Editorial

Los dilemas entre divergencia y lealtad.

Un 57 Consejo Nacional administrativo y coloquial que deja en evidencia que no todos pensamos igual.

Las piedras en el camino, Chile.  Fotografía de Luis Rodos

No debiera llamar la atención el hecho de que el PPD, 
cada cierto tiempo de su atiborrada historia de 34 años de vida, 
ha pasado por tiempos borrascosos que han generado 
diversos dilemas y tensiones en la militancia. 
Hoy no es la excepción, pero podría ser una tensión riesgosa.

Los  tiempos de luces, entre la fundación en 1987 y hasta el ascenso de Ricardo Lagos Escobar a la presidencia de Chile en el año 2002 comenzaron a declinar relativamente con el llamado "caso coimas" en el 2002 cuando la Revista Qué Pasa reveló en portada un bullado caso de corrupción -investigado,juzgado y finalmente condenado- que involucró a importantes personajes del partido, hoy casi todos ellos fuera de la colectividad. Y lo que fue un episodio colectivo -relativo- se fue transformando en el tiempo en un asunto con otros incidentes de los cuales la ciudadanía aún tiene memoria. 

La situación no terminó ahí. En el 2006 el PPD saltó nuevamente a la palestra con el caso "Chile Deportes".  Luego apareció un asunto vinculado a "facturas ideológicamente falsas" . Entre el 2011-2012 el PPD recibió "donaciones" desde la cuestionada empresa SQM y la suma de todos estos delicados asuntos, finalmente, revierten hoy -en medio del estallido social y las movilizaciones ciudadanas- como datos que los ciudadanos preguntan y confrontan a los candidatos del PPD, tal como ocurrió en la campaña municipal y algo similar se espera en la campaña parlamentaria, dependiendo de la calidad y transparencia de la lista de candidatos/as.

El PPD, a diferencia de otras colectividades, tiene un flujo menor de cotizaciones. La gran queja permanente del ahora ya prácticamente ex presidente del PPD, el canciller Heraldo Muñoz, que volvió a manifestar este tema en el consejo nacional administrativo, citado el sábado 24 de julio, con motivo del balance financiero de la colectividad.

Y, a propósito de ese balance, aprobado por el 57CN, valga señalar que el tema de la relación entre dineros y política sigue siendo un asunto que debiera preocupar a cualquier militante en cualquier partido político. Si, hipotéticamente, 32.000 militantes solo cotizasen $ 1.000 pesos al mes, la tesorería del partido reuniría treinta y dos millones mensuales, con los cuales se cubren básicamente las principales necesidades y tareas del funcionamiento del partido. Si a aquello se agrega la cuota trimestral de la Ley de financiamiento público (lo que depende en magnitud de la cantidad de diputados/as electos/as), tareas tan relevantes como la formación política de los militantes podría ser cubierta muy adecuadamente a nivel nacional y ya sabemos la importancia que tiene dicha formación.  Pero seamos realistas: es imposible que 32.000 personas coticen. No hay datos comparables.  La realidad es que tan solo algunas personas lo hacen y claramente no es suficiente.  El presidente del partido señaló en el 57CN que de toda la bancada parlamentaria, por ejemplo, sólo contados representantes populares, muy pocos, contribuyen con sus cotizaciones. Y probablemente, para no ampliar este dato el presidente no se refirió a los representantes municipales. 

Cotizar en un partido político es un deber. Está considerado dentro de los estatutos. Es un deber que otorga derechos. Pero esta relación nunca ha sido suficientemente recíproca. Entonces, la cuenta sobre el balance financiero, con una situación presupuestaria precaria, representa igualmente un valor importante dado el enorme esfuerzo de las personas a cargo de la tesorería nacional para sostener el andamiaje de la colectividad, incluso con restricciones remunerativas, reducción de gastos, economía de costos y todo aquello que hace posible que las cuestiones muy elementales funcionen.  Así y todo, en tiempos de campañas, los partidos políticos reciben recursos, sea por la inscripción de candidatos/as y con ello poder financiar parte de tales campañas, y el Estado -por la ley de financiamiento electoral- otorga $ 600 por cada voto obtenido por parlamentarios anteriores para contribuir al financiamiento de una campaña transparente. Por cierto se trata de una contribución con condiciones: los partidos deben presentar listas de candidatos con la obligación de que ningún sexo supere el 60% y se privilegie a regiones.  Aquí el problema es otro: la transparencia de los procesos de licitación y el carácter de las "asignaciones directas", asunto que siempre conlleva interrogantes, en todos los partidos políticos. Y el PPD no escapa a aquello.

De las finanzas al coloquio político.

El 57CN, por norma legal, al ser convocado para resolver este tema del balance financiero no tenía otra finalidad. Sin embargo, 24 horas antes (viernes 23) la senadora Provoste anunció su candidatura presidencial y su disposición a participar en una consulta ciudadana de los partidos de la Unidad Constituyente. Este anuncio alivió tensiones previas en donde surgieron diversos fantasmas, como el que los candidatos/as de la centroizquierda llegarían separados a la primera vuelta presidencial. Los presidentes de partidos se reunieron a las pocas horas del anuncio y confirmaron su voluntad de realizar la consulta ciudadana el sábado 21 de agosto. Gran noticia.

Por tanto, el 57CN valoró este hecho político y se entró a una conversación que fue presidida por el presidente saliente quien abordó los escenarios de rigor. El coloquio permitió que diversos consejeros (85 de 300) pudieran exponer sus ideas y es claro que sobre esta campaña no hay una sola opinión. Y prevalece, en promedio, el sentido común de que el PPD asumió un compromiso en un anterior CN de respaldar la candidatura de Paula Narváez y la participación del Partido en su comando es importante. Otros consejeros expresaron sus observaciones a la marcha de la campaña y su posición en términos de encuestas. También hubo manifestaciones de simpatía y valoración para la senadora Provoste y otros, los menos, hacia el candidato Boric.  

Otro aspecto esencial que estuvo presente en este coloquio es que la relación PS-PPD es de larga data porque ambos comparten idearios comunes. El PPD ha sido perseverante en esta alianza, aun cuando no podríamos decir lo mismo de nuestros aliados en ciertas ocasiones, pero más allá de ciertos avatares lo esencial sigue siendo esencial. En consecuencia, una nueva forma de alianza, por ejemplo PPD-PDC es una materia que requiere una muy profunda evaluación política. 

Entonces, la mayor coincidencia es que lo mejor que pudo haber ocurrido el 23 de julio -previo al consejo del sábado 24- es que la senadora Provoste Campillay (Diaguita) haya señalado su disposición a concurrir a una consulta ciudadana, pues eso borra todo dilema en materia de alianzas particulares y todos los partidos de la centroizquierda apoyarán sin restricciones de ningún tipo a quien resulte ganador/a en dicha consulta.  Si es Paula, la candidata del PPD-PS, es evidente que todo el PPD estará a su lado. Si es la senadora Provoste, lo mismo. Porque lo fundamental es la unidad de la centroizquierda. Y el tiempo para resolver esto es breve: tan solo en tres semanas más. Por tanto, las divergencias de opinión, hoy, no debieran revestir un drama mayor.

En las intervenciones coloquiales de este 57CN también se hizo mención a la elección interna del primero de agosto. Como ya se sabe y es de público conocimiento, la mesa ejecutiva nacional (presidente, secretario general, tesorero) ya está electa, aun antes de realizarse la elección. Esto porque como resultado de un consenso forzado no hay competencia para dicha mesa. Por tanto, tampoco hay debate político sobre el futuro a donde será conducido el PPD. 

Algo semejante ocurre con la Directiva Nacional (100 miembros).También se produjo un consenso forzado: fueron inscritos exactamente 100 candidatos y cumplida la meta varios interesados quedaron al margen.  Por tanto están todos electos, aunque sólo alcancen -algunos de ellos- una votación muy mínima.  Una parte importante del Consejo Nacional (300) miembros se encuentran igualmente electos. Y en regiones, 12 de 16 mesas directivas regionales están igualmente electas.  Todo, antes de realizarse la votación de los militantes. Un "consenso para la unidad"....

La única competencia real, que también se ha dado en otras ocasiones con "mesas de consenso", es en las Vicepresidencias nacionales, en donde hay una lista oficial y una lista alternativa, integrada por dirigentes nacionales y regionales tales como:

Claudia Barrientos, ex concejala y actual candidata a Senadora en Magallanes). 

Juan Luis Opazo, ex concejal en la Araucanía. 

Carol Lagos, en Ñuble, profesional destacada en la tarea de promover derechos sociales. 

Valeria Valencia, valiosa dirigenta sindical. Y su elección como vicepresidenta nacional sería un hecho relevante pues por primera vez en 34 años una trabajadora y sindicalista podría integrar la mesa nacional. 

Gonzalo Pinto, dirigente juvenil y social en santiago sur y el suscrito,

Domingo Namuncura, mapuche, fundador del PPD y Trabajador Social.  El Consejo de Base de Ñuble "Quirino Lemáchez" me entregó hace poco tiempo un reconocimiento con la siguiente frase:

"Por fortalecer la discusión política, la formación política y la acción política..con espíritu de construcción y mejoramiento constante del PPD, con interés en desarrollar trabajo colectivo y colaborativo permanente por sobre intereses particulares de un individuo, de un sector, grupo o tendencia".

El mensaje de este reconocimiento -un hermoso galvano- entregado en una ceremonia pública vía zoom convocada por el Consejo de Base del PPD de Ñuble es más que suficiente para explicar porqué acompaño a los candidatos de esta lista alternativa. 

Los candidatos de esta lista también son "comprometidos, honestos y leales", como se indica en otro mensaje que circula en este tiempo de campaña interna que, felizmente, concluirá el primero de agosto.

Lista alternativa por la competencia
"Por una socialismo democrático y territorial" Con el PPD a las bases sociales.


En el coloquio del 57CN se deslizaron también ciertas críticas al hecho de que no estuvo -se dice- todo el partido detrás de la propia campaña presidencial partidaria. Y sus resultados, en parte y a propósito de la "bajada" de nuestra candidatura se imputa en el aire a dirigentes y militantes que no habrían respaldado dicha postulación. Unos por omisión, otros por pasividad y otros por "traición y deslealtad", todo lo cual indica que un cierto vientecillo de inquisición medieval revolotea por los pasillos del PPD y aquello se esgrime como "argumento"  tanto como una "cruzada santa" para convocar a los militantes en esta elección a preferir a los candidatos "comprometidos, honestos y leales" (de la lista oficial) y, se supone, barrer del mapa a los que no lo son o son estigmatizados como "traidores, desleales y/o quintacolumnistas"....

¿Habíamos vivido algo así en otros períodos de campaña interna en el PPD? Y hubo contiendas democráticas duras como la emblemática campaña Flores-Bitar (2006) en que los adherentes tuvieron tonos intensos en los debates políticos, pero los temas eran "políticos" y no acusaciones al aire. Nunca hubo un ambiente medieval en campañas internas del PPD ni la idea de "plaza pública" con su correspondiente hoguera. Nada de esto ha sido parte de nuestra cultura como comunidad política. Por eso es extraño este clima tipo-tribunal-público.

Los conceptos de "traición, deslealtad" y otros acentos son además contrarios a principios de DDHH presentes en nuestra propia Declaración de Principios. Son afirmaciones delicadas y sin sustento si no se demuestran y el marco de referencia en que se sitúa son agresivos pues apuntan a distorsionar el debate político y abren un forado en las confiazas en una comunidad democrática. Y el juicio de "compromiso, honestidad y lealtad" como un sello valioso para algunos y no para otros es muy riesgoso pues-perfectamente- puede devolverse en contra. Lo que indica que la convivencia democrática puede ser muy severamente afectada.  Además, no es el mejor marco político para expresar un programa de ideas. La pregunta de quienes propician esta suerte de estigmas es ¿Cuál es su programa de gobierno partidario? Aún no lo sabemos del todo.  Eso es lo importante. La lista alternativa de candidatos a las vicepresidencias nacionales tiene propuestas concretas. Y sus candidatos/as no andan desparramando al aire afirmaciones destempladas más propias de una etapa inquisitiva y medieval,sino proponiendo ideas.

Fermin Levio, candidato a la Vicepresidencia indígena, plantea un programa de seguimiento de nuestros compromisos como partido en relación con los avances estratégicos que esperamos en la convención constitucional. Y nuestros logros están plasmados en todo el respaldo que brindamos y las tareas para hacer posible los escaños reservados.Y más de 30 dirigentes indígenas en el PPD trabajamos entre febrero y marzo 2021 para preparar y entregar al candidato presidencial una propuesta de programa presidencial sobre Pueblos Indígenas.

Valeria Valencia, pone sobre la mesa una propuesta muy importante: la creación, por primera vez en 34 años de historia del PPD, de la Vicepresidencia nacional Sindical y así aseguramos que militantes trabajadores del PPD tengan en la mesa un representante que defienda y promueva sus temas.

Marcela Espinoza, periodista, radicada en la provincia de San Antonio, ha demostrado en su ejercicio como Secretaria Nacional de la Mujer (única entidad que además, por Ley, recibe financiamiento estatal) una conducta ejemplar en materia de transparencia, participación transversal de mujeres PPD en todo el país. Ha desplegado un amplio programa de formación política y, lo que es muy valioso, no obedece a intereses de grupos o poderes fácticos.

Claudia Barrientos, de la región de Magallanes tiene como propósito hacer oír la voz de los regionales del extremo sur de Chile. Ha sido concejal en tres períodos y es valorada en su región hasta el punto que el PPD regional la ha inscrito como candidata a Senadora.

Juan Luis Opazo, desde la Araucanía, busca levantar una propuesta regionalista y descentralizadora y colaborar, junto con Fermín Levio en la vicepresidencia indígena para abordar los temas del conflicto Estado-Pueblo Mapuche y desarrollar una importante actividad formativa en su región.

Gonzalo Pinto, en santiago, en la zona sur de la capital, en las comunas populares de La Pintana y el Bosque se atrevió -en condiciones difíciles- a ser candidato a Alcalde y aun cuando no fue electo obtuvo una interesante votación y su meta es trabajar desde la Vicepresidencia nacional en la tarea de lograr que el PPD pueda recuperar los puentes perdidos con las bases sociales populares.

En Ñuble, Carol Lagos, una gran dirigenta social y con una labor meritoria en el trabajo con adultos mayores, fue precandidata a reemplazar a Loreto Carvajal (diputada) y actuó en buena lid. Su meta es fortalecer la idea de PPD regionales y que los militantes puedan participar más ampliamente en programas de formación.

Estos candidatos/as (y me sumo con ellos en esta idea) están formulando propuestas concretas ante la militancia. Y de ellos/as no sale una sola afirmación que pudiese ser interpretada como una provocación o juicio gratuito a otros militantes. No andan por la vida con ánimo inquisitivo. ¿Y saben por qué? Quienes somos candidatos a la Vicepresidencia nacional del PPD, de la lista alternativa "Por un socialismo democrático territorial", somos personas comprometidas, honestas y leales con sus valores y principios y no con caudillismos de ninguna especie. Y seamos claros en esto: en el PPD nadie sobra. Menos ahora. Pero parece que algunas personas se empeñan en que sí haya militantes que sobren mediante el camino de la estigmatización. Nuestro ánimo es otro. Lo ha sido siempre y no vemos razones hoy para cambiar ni nuestro tono ni nuestra mirada. Allá quienes deseen poner énfasis en lo que separa más que en lo que une.

¿Nuestro llamado? Es muy simple: no se deje convencer si usted no tiene la versión de la contraparte. No se deje intimidar si le llaman por teléfono "recordándole" favores anteriores para votar por una determinada "plantilla"...  Ponga más atención en lo que los candidatos a Vicepresidentes nacionales  proponen para mejorar el PPD. No haga caso a"promesas de futuro" en caso de que la oposición gane el gobierno. Acepte todas las invitaciones a tomar un café, un desayuno o participar en un almuerzo. Y ponga todo íntimamente en duda. La duda permite llegar a la verdad.  Y repase las historias de vida de los candidatos/as. Finalmente, y al momento de ingresar a la urna secreta, usted, su conciencia y su voto son la mejor manera de resolver qué tipo de conducción queremos, hacia donde y con quiénes. ¿Los mejores? Principalmente, los que siempre hemos estado a su lado y defendemos y promovemos la idea de un partido democrático, transversal, no autoritario y desprovisto de toda tutela.  

El PPD resignó una importante oportunidad histórica, pero no somos todos responsables.

La candidatura presidencial del PPD no fue bajada por ninguna instancia orgánica del PPD: ni por un CN o  DN ni mesa nacional. Fue una decisión personal y respetable porque se trató de un gesto que en su momento, ante la actitud sectaria de Convergencia Social de rechazar al PPD, se estimó que había que ayudar a un entendimiento. Y la mesa nacional sólo tomó conocimiento directo de todo aquello 120 minutos antes del cierre de la inscripción de pactos, cuando nos enteramos a través de  los medios de radio y TV y en redes que ya estaba consumada la renuncia de la candidatura presidencial y la explicación ante Paula Narváez fue que se trató de una decisión personal en un momento muy complejo y difícil, entre otros hechos, por el veto incomprensible. Y el gesto del candidato fue nuevamente valorado y reconocido en este coloquio como en anteriores instancias del partido. Los diversos factores que llevaron a esa decisión crucial tendrán que ser reconstruidos para la historia del PPD, porque de no mediar aquello -el veto y obcecación del PC+CS- hoy estaríamos, probablemente, en camino a la consulta ciudadana del 21 de agosto próximo.

Hoy el PPD respalda plenamente a Paula Narváez. Es lo que asumimos como compromiso y nuestra tarea será trabajar para que ella logre un gran resultado en esa consulta ciudadana. Y nuestro deber como miembros de la Unidad Constituyente será respaldar totalmente a quien resulte electo o electa en la noche de ese día y cerraremos filas para trabajar hasta la primera vuelta presidencial en favor de quien sea elegida/o.  En medio, como ya se sabe, estará presente el tema de la campaña parlamentaria pero eso sera otro reportaje.

...Y al cierre, un video que hace pensar.




Domingo Namuncura

Editor

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