Editorial

El PPD de Magallanes se la juega por una opción senatorial.


Con coraje y decisión el PPD regional de Magallanes se atreve a levantar la candidatura senatorial de Claudia Barrientos Sánchez.

Regionalista, nacida y criada en la austral Punta Arenas, hija de la migración chilota que pobló de manera determinante la patagonia. Se declara orgullosa de su estética indo-sureña que proviene de sus mayores.Con 50 años de edad, junto a su hija Martina Amanda de 12, se manifiesta contenta con la vida.  

El Presidente Ricardo Lagos la nombró Directora regional del Servicio Nacional de la Mujer, en Aysén y Magallanes. Fue electa en dos oportunidades como Concejala en Punta Arenas con las primeras mayorías. Posteriormente, la Presidenta Michelle Bachelet la invitó a a asumir como Secretaria Regional Ministerial de Desarrollo Social en la región.

Periodista de profesión y comunicadora social su vida laboral ha estado concentrada en el acento feminista, multicultural, plurinacional, descentralizado y con una nítida opción por un desarrollo sostenido y sustentable, poniendo en el centro un desarrollo humano con preservación del medio natural.

Claudia Barrientos se define como militante en la causa de la construcción de un Estado Social de Derechos y asume este tema con una gran esperanza en el debate de la convención constitucional y espera, como Senadora del PPD colaborar en todo lo necesario para que la Nueva Constitución se refleje en un nuevo ordenamiento jurídico.

Actualmente, su voz trasciende las fronteras de la región. Todas las mañanas dialoga con los ciudadanos en la Radio Magallanes y su plataforma multimedial abordando temas sociales y conversando con los auditores. En la región de Magallanes es una personalidad valorada, reconocida y apreciada y a lo largo de varios años ha mantenido un compromiso militante y dirigencial con el PPD y su mayor deseo es contribuir también a que los partidos políticos puedan restablecer la credibilidad y la confianza ciudadana.

"Actualidad PPD" quiso conversar con ella, pues no siempre la voz de las regiones es suficientemente escuchada. Además, y aún el PPD regional la propone como candidata a Senadora y al dirigente social Marcelino Aguayo como candidato al parlamento, por fuera, actores políticos (la familia Bianchi) no relacionados con la historia del PPD y sus compromisos sociales y doctrinarios exploran ser candidatos de este partido. Nos interesaba entonces conocer el pensamiento, compromiso y análisis de una muy probable Senadora regionalista del PPD.



¿Claudia, cómo nació esta motivación de ser candidata a Senadora PPD por Magallanes?

En lo principal soy parte de un amplio y diverso colectivo de mujeres que tenemos pertenencia y militancia desde nuestros oficios y profesiones, en distintos ámbitos, en distintas comunidades y pueblos que son parte del poblamiento de este territorio y que en suma configuramos esta sociedad sureña, conocida por todes como magallánica.

Además de estas militancias sociales, milito en el PPD porque estoy convencida que a las luchas y movimientos sociales se les debe dar expresión política y se les debe dotar de instrumentos para que sean representadas en este ámbito. El PPD fue por mucho tiempo un muy buen instrumento de representación de luchas reivindicativas y de movimientos sociales incipientes en la primera década y media de la post dictadura. 

Pero hoy parece que el PPD, entre otras colectividades, se ha distanciado de la sociedad civil de base... 

Hoy los desafíos para representar movimientos sociales que están en ascenso son mucho más complejos y tenemos que ver si estamos a la altura de las exigencias del momento histórico. Y si no lo estamos la tendencia obvia es a desaparecer como organización política.  

Puestas en este contexto, en esta encrucijada, en este afán, y convencidas de querer protagonizar los cambios que se requieren para hacer de Chile y sus regiones mejores lugares para vivir, es que un grupo numeroso e influyente de dirigentas comunitarias, gremiales, sindicales y mujeres de la política en Magallanes han visto en mí, una posibilidad de representación de temas y necesidades absolutamente relacionados con el desarrollo y  el carácter que debe tomar éste, y que hasta hoy no han sido lenguajeadas en lo público, mucho menos representadas en lo político.  Así surge mi nombre anteriormente para una candidatura a la Alcaldía de Punta Arenas, en donde donde se nos vetó desde el poder central y se nos impidió competir internamente instalándose la lógica de quienes desconocen el territorio y sus dinámicas propias y por tanto colaboran en la generación de las condiciones para que la derecha, en una comuna donde históricamente las fuerzas progresistas y de izquierda han sido relevantes, se reelija. 

¿Y así y todos quieres seguir perseverando?

Estamos de vuelta, hemos realizado las cosas de modo honesto. Estamos absolutamente convencidas de la necesidad de seguir batallando para sumar nuestra voz a otras voces, hasta que el grito libertario se haga insoportable para los oídos un tanto tapados, y esto en todas las esferas del poder político. Y me inscribí entonces como candidata a senadora porque tengo la certeza de que el amplio respaldo con que cuenta la iniciativa y que trasciende las fronteras partidarias otorga un piso de elegibilidad a esta candidatura muy confortable. Me inscribí, porque como mujeres PPD contamos con un testimonio de coherencia política, de izquierda, que nos permite ser creíbles ante toda la comunidad regional, nuestros vecinos y vecinas y ciudadanos.




¿De tu recorrido o trayectoria social y luego de ejercer diversas responsabilidades en el ámbito gubernamental y municipal, cuáles son para ti las prioridades fundamentales para representar a la región?

Descentralización del poder político en todos los ámbitos, lo que incluye a los partidos.

Desconcentrar los presupuestos sectoriales. Transferir los recursos y las decisiones sobre ellos, a los gobiernos regionales.

Regionalización paulatina de servicios públicos, partiendo por los más trascendentes para el desarrollo regional, como por ejemplo turismo y vivienda.

En el caso de Magallanes, se requiere una Corporación  Forestal  Regional para la administración de áreas silvestres protegidas, reservas y parques.

Avanzar a tributos regionales.

Fortalecer las competencias y dotar de facultades a las regiones en el campo de las relaciones internacionales, resguardando la política exterior del país.

Se necesita hacer el tránsito desde la democracia representativa a la participativa, lo que en el campo legislativo demanda se establezca la iniciativa popular de ley.

De manera permanente las regiones demandan un mayor reconocimiento a la descentralización por parte del Estado. ¿Cuáles serían para ti las ventajas principales de una política regionalista para los ciudadanos de Magallanes?

Las ventajas son muchas, pero lo principal es dar inicio a la práctica política del principio de la autodeterminación de las comunidades y de los pueblos. La región, y pienso que la gran mayoría, si es que no todas las que componen la división político administrativa del país, cuentan con la experiencia y las competencias para hacerse cargo de definir en lo sustancial, a partir de su propia historia, su presente y su futuro.  Esto, por cierto, resguardado por una identidad y contenido en un marco normativo de conjunto país.

"Debemos hacer el trabajo de recuperar el PPD para causas transformadoras en lo económico, político, social y cultural"

Tu candidatura se inscribiría en la lista de candidatos de la Unidad Constituyente. ¿Consideras que esta coalición, con partidos muy directamente cercanos a la historia de la ex concertación y ex nueva mayoría, constituye hoy una promesa de renovación de la política?

Esta claro que las personas, organizaciones y comunidades miran con sospecha a instituciones, partidos políticos y a personas que están en la acción pública y desde luego l@s más afectad@s son quienes llevan mayor tiempo en ello.

A propósito de esta conversación que tiene como principales participantes  a quienes asumimos desde la militancia en el partido el desafío de contribuir a los cambios que se necesitan para terminar con la brecha política-pueblo, o más contemporáneo pero menos sustancioso, la brecha política-ciudadanía, debemos hacer el trabajo de recuperar el PPD para causas transformadoras en lo económico, político, social y cultural; basta de manipulaciones y amaños para satisfacer intereses de linajes y basta de la prepotencia centralista y patriarcal que se ejerce desde el centro de poder sobre los territorios y sus comunidades. Los territorios son las regiones y comunas y la organización partidaria debe expresarse en cada uno de estos territorios. En resumen las y los agredid@s somos la militancia que debiéramos ser compañer@s de ruta y no permanentes excluidos.

Volviendo a la pregunta, hoy la renovación de la política pasa por las conductas públicas de personas e instituciones, de los compromisos que se adoptan, del cumplimiento de aquellos, de democratizar las relaciones humanas en todo ámbito y ejercicio, asumir a les otres como legitimes otres. En síntesis: hoy más que antes, el criterio para medir las verdades son los hechos.  En eso, en la región como colectivo de mujeres tenemos un camino intenso y extenso recorrido.  

"En el caso de los partidos políticos es notorio y evidente el menoscabo del propio Estado de Derecho"

La acción política en general se ve enfrentada hoy a una crítica ciudadana muy profunda. ¿Qué factores han influido para arribar a este asunto crítico?

A primera vista, la inconsecuencia, la deshonestidad, la mentira, el oportunismo egoísta, la debilidad de los compromisos, la prepotencia en el ejercicio del poder, la falta de competencias y habilidades comunicativas y en el caso de los partidos políticos es notorio y evidente el menoscabo del propio Estado de Derecho. El patriarcado como construcción cultural fundido con lo más extremo del capitalismo como lo es el neoliberalismo, inhibe en sus fundamentos la posibilidad de vivir en comunidad donde el yo y el nosotros se fundan en propósitos compartidos. Tenemos que avanzar a cambios que transformen la cultura. La forma en que nos relacionamos. El desafío es gigantesco como gigantescas son las ganas de lograrlo y contribuir para que ocurra.  




¿Cómo sería tu accionar político como Senadora especialmente en el marco de una nueva constitución que el próximo congreso deberá traducir en nuevas leyes y normas para reordenar la institucionalidad chilena? ¿Dónde pondrías tus énfasis?

En una proactividad absoluta, con un gran y potente equipo sumado a realizar bien las tareas de la nueva democracia. Con dos énfasis. Uno, en ser activa participante en un ejercicio político senatorial que incluya a la región a la que pertenezco y al PPD país y fuerzas progresistas y dos, a nuestra dirigencia y militantes de la región y ciudadanos, como sujetos de la acción legislativa con la idea de no ser solo espectadores.

Vamos ahora a un escenario complejo, aparentemente. Hasta hace un tiempo atrás, algunos líderes tradicionales del PPD han sugerido a la familia Bianchi como actores importantes en estas candidaturas parlamentarias, asociadas -eventualmente- al PPD... Tú emerges como candidata desde el PPD mismo, con una larga trayectoria militante y de trabajo social? ¿Qué debiera privilegiar el PPD al definir su lista de candidatos/as en general y en particular respecto de Magallanes?.

Lo contradictorio y paradójico es que mientras algun@s dirigentes en lo interno del PPD urden operaciones y sacan cuentas, los Bianchi, padre e hijo, senador y diputado, quieren ser ahora el senador un diputado y el diputado un senador. Y para éso reúnen firmas ante el Servel. Lo están haciendo con abundante publicidad, declaraciones, críticas inadecuadas a las organizaciones partidarias, procurando marcar la acción pública del binomio en la región. Y me pregunto ¿Si no logran las firmas entonces serían candidatos usando cupos de partidos, a los mismos que critican? Pero si no logran las firmas por sí mimos, entonces no serían tan potentes como dice la leyenda... Bueno, la verdad sea dicha y para no pecar de ingenuidad, debe haber cálculos políticos y acuerdos que desbordan la acción sólo partidaria y por cierto la comprensión de ciudadanos desprevenidos y sería lo fáctico, una vez más, lo que se emplearía para buscar imponer candidaturas sin mediar razones argumentadas, debilitando por nonagésima vez el Estado de Derecho partidario que decimos respetar y resguardar. En Magallanes esperamos que esto no ocurra.

Yo expreso lo que hemos conversado en este medio. Militante social, militante política, parte de una amplia red de trabajo en comunidad; dirigenta de mi partido y por cierto orgullosa depositaria de la confianza de quienes me han pedido, porque tenemos las capacidades y la fuerza, ser candidata a Senadora.

Para ser candidata a la alcaldía de Punta Arenas nos negaron las primarias internas y sometieron a nuestra institucionalidad partidaria en la región a una interdicción incomprensible con argumentos muy dudosos y perdimos la posibilidad de alcanzar la Alcaldía de Punta Arenas. ¿Qué ocurrirá ahora? ¿La nueva directiva partidaria pondrá los puntos sobre la íes y será garante de derechos políticos como la sociedad espera que ocurra en este tipo de organización? Iniciando un camino de dignificación también del ser militante, veremos qué nos depara el nuevo tiempo.  

Respecto de lo segundo: que se respete a los territorios. En el territorio se conoce de verdad lo que acontece en él. Que la institucionalidad partidaria funcione de acuerdo a las normas que nos hemos dado. En Magallanes existe capacidad de construir la elegibilidad, en eso estamos y en eso continuaremos. La voz de los PPD regionales debe ser escuchada y atendida. En ese sentido, pongo especial atención a los compromisos recientemente señalados por la nueva presidenta del partido: que las orgánicas regionales del PPD prevalecerán y serán respetadas.


 

Al terminar esta conversación ¿Qué mensaje quisieras compartir con quienes resolverán en el PPD las nominaciones de candidatos/as al parlamento y al Senado?

Mire, recuerdo una vieja frase usada en la filosofía clásica alemana en la segunda mitad del siglo antepasado, que hacía referencia al idealismo hegeliano, pero que yo quisiera adaptarla a lo que acontece con el PPD hoy o en este tiempo: "Debemos sacarlo de la posición invertida y ponerlo de pie” y esto, en lo fundamental es reconocer que debemos respetar a los territorios, las regiones,  dialogar con sus comunidades y sus liderazgos sociales y culturales, para volver a dotar de sentido el ejercicio político del partido.

Que los personalismos autoritarios no maten la posibilidad de poner al PPD de nuevo en la ruta democratizadora y transformadora, para de verdad, contribuir a la construcción de un nuevo Chile. Estamos asistiendo a un cambio de época, del todo obvio. Hoy, de cara a los ciudadanos, no da lo mismo lo que hagamos.

Y si me permite un sencillo mensaje: compañeras y compañeros reciban desde Magallanes un fraterno abrazo, nuestra solicitud de apoyo en el próximo Consejo Nacional y nuestro compromiso de dar lo mejor como comunidad de mujeres y como PPD regional en la tarea de llegar junt@s al Senado de la Republica y desde ahí también construir nueva patria. 



   



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Después de las elecciones internas del PPD.

La consulta ciudadana de Unidad Constituyente:
“más vale tarde que nunca”
 

Gonzalo Navarrete M.*

 

Si se tiene la posibilidad de tener un trabajo, 
un espacio afectivo contenido 
y una salud básicamente estable, 
podemos mirar lo que pasa en nuestro país, Chile, 
con razonable optimismo. 

Después de 17 años de dictadura, la misma que marcó un período de aprendizaje complejo y relevante en las biografías personales y sociales y luego, 31 años de avances democráticos con rediseños personales, sociales y culturales, hoy enfrentamos una crisis institucional, económica y ambiental que demanda un cambio profundo.

Estos últimos 2 años pareciera que se produce un rebarajeo de los naipes, se consolida una síntesis de aprendizajes y aparece un presente que nos ha obligado a mirar y enfrentar el futuro desde nuevos procesos colectivos. El cambio cultural está emergiendo con fuerza como una realidad cotidiana.

Señales del nuevo estado de ánimo son, por ejemplo, la aprobación de la ley de matrimonio igualitario, la que se logró sin mayores ceremonias, como un paso natural en la consecución de derechos e igualdad ciudadana. De la misma manera las primarias legales concitaron una participación sustantiva y la Convención Constitucional eligió a una mujer mapuche como presidenta. Todo ocurrió en medio de una sensación de alivio cultural. Finalmente ganamos todos.

Así, los chilenos, vistos en perspectiva, sin la conciencia clara de su protagonismo cotidiano, hemos sido capaces de avanzar relativamente rápido, pero seguros y reconstruyendo las confianzas, en la dirección de transformar nuestro convivir hacia nuevos paradigmas más integradores. Es mérito de la sociedad organizada en movimientos sociales y partidos, pero sobre todo de una gran cantidad de personas que viven, sienten y resignifican su realidad desde el existir cotidiano, que se expresa en debates hogareños, que escuchan y aprenden de lo que se valida cercanamente. Son vivencias y liderazgos a la mano los que construyen nuevas realidades.

Lo anterior admite mirar el futuro con un moderado optimismo, en la medida que se encuentren esas vivencias y liderazgos y se confíe en cauces democráticos de validación, lo que permitirá que el país que se está gestando sea cualitativamente mejor. Los miedos de muchos también serán parte de las condicionantes del límite social democráticamente aceptado e incluido.

El llamado y el compromiso deben ser a expresarse sin temores, a la competencia democrática, al debate de ideas, a la transparencia y a la comunicación coherente y consecuente.

Po ello, el llamado a la consulta ciudadana de Unidad Constituyente es un paso más de construcción de liderazgos y visiones país. Como dice el refrán “más vale tarde que nunca”. Bienvenida sea más y mejor democracia.

 *Ex presidente del PPD


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