52° Consejo nacional del PPD
EL PPD ENTRA CON TODO EN LA ERA DE LAS TECNOLOGÍAS INTELIGENTES PARA COORDINAR SU TRABAJO NACIONAL.
Con una asistencia de 330 personas, convocadas al 52° Consejo nacional del PPD, conectadas hoy (sábado 9 de mayo) por internet desde Arica hasta el extremo sur, en Magallanes, consejeros nacionales del Partido Por la Democracia (PPD), dirigentes nacionales, parlamentarios, alcaldes, concejales, dirigentes sociales y sindicales, juventud y dirigentes comunales del país sostuvieron durante más de 5 horas un intenso debate político a través de plataformas virtuales de comunicación, lográndose en esta ocasión la virtuosa posibilidad de que personas que normalmente no pueden viajar desde regiones extremas y comunas alejadas de los centros urbanos principales como santiago, la capital, en donde se realizan de preferencia estos eventos políticos, en esta ocasión y haciendo uso de internet sí pudieron participar activamente y con mucho entusiasmo, a pesar que los temas de la agenda política, como resultado de la pandemia galopante en Chile, no son para alegrarse.
En la historia de 32 años de existencia del PPD, el uso de este tipo de tecnología de comunicación y contacto entre militantes ha pasado desde etapas hoy apreciadas como rústicas, a este momento moderno de tecnologías de información.
Cuando el PPD fue fundado por Ricardo Lagos Escobar y otros muchos dirigentes en 1987, teníamos a favor algunos instrumentos: los muy primeros e incipientes correos electrónicos (en demo aún en el mercado) y algunos de los primeros celulares que recién aparecían tímidamente en los mercados y que eran imposible de adquirir por sus altos costos. Pero los más importantes, sin lugar a dudas, eran el teléfono análogo (con el disco de marcar) y el gran invento de la época: los Fax, mensajes a través de telefonía que podían llegar a cualquier parte, a un teléfono destinatario en minutos. ¡Fue la gran revolución de la coordinación a distancia!. De hecho, uno de los medios fundamentales a través de los cuales la entonces Concertación por el NO, pudo controlar en gran parte los resultados del NO el 5 de octubre de 1988, fue mediante el logro de la instalación de una compleja red de transmisión vía fax, con todas las regiones y comunas cabeceras de provincia para realizar un cómputo paralelo al de la dictadura y así saber muy de cerca que el NO ganaba en gran parte de Chile. Tanto fue así de importante que incluso se tuvo que habilitar un recinto especial y reservado en otra sede, que no era la del comando central en calle Lastarria (metro católica), en donde se ubicó un sofisticado equipo de profesionales informáticos que llevaron durante el día 5 de octubre el control de los cómputos vía Fax. Hoy este instrumento es una pieza de museo.

Y para las reuniones de mayor relevancia, la única manera era viajar desde las comunas y regiones apartadas, en buses o en aviones los más afortunados. Por lo tanto, la gran mayoría de los dirigentes viajaban en buses durante toda la noche para amanecer en santiago, participar en los diversos encuentros y luego retornar a sus hogares viajando en las noches. La comunicación masiva con celulares y sus prodigios actuales (whatsapp, facebook, twitter, etc) eran algo muy lejano.
En los años 90 el celular comenzó a masificarse y los computadores de escritorio se hicieron accesibles al bolsillo y en pocos años, el lenguaje comunicacional ya se podía expresar a través de internet y la gran revolución que destronaría a los viejos y queridos telegramas de los 60 a los 80 y a los no menos eficientes Fax de época, los que quedaron totalmente destronados, por ejemplo cuando el correo electrónico se hizo masivo. Hoy, el email prácticamente ya está siendo superado totalmente por whatsapp, twitter y otras plataformas que ahora tienen carácter planetario y al alcance de miles de millones de personas en el mundo. También en Chile.
El quehacer político se ha ido ordenando en torno a estos increíbles procesos tecnológicos. Para bien y para mal. Se dice que elecciones en países poderosos han sido modificadas por los laboratorios de algoritmos de potencias extranjeras y ahí está el debate entre Rusia y EEUU por la supuesta intervención rusa (de alta tecnología) en la elección de Trump. Lo mismo en otros países.

Las tecnologías de información tienen su pro y su contra. Hoy, grandes corporaciones como Google, Apple, Microsoft y otras emergen como las entidades que anticipan un destino que Huxley, ("Un mundo feliz") alguna vez soñó para el futuro de su tiempo, pero se quedó corto. Hoy se trata de corporaciones con un muy alto desarrollo tecnológico, con una dotación muy acotada de empleados (mucho menos de los que emplean las grandes compañías de manufacturas del mundo) y que controlan prácticamente el 100% de las telecomunicaciones avanzadas que hoy rigen en el mercado, desde las aplicaciones de modestos celulares, hasta las complejas plataformas y redes y nodos y todo aquello, mediante el uso avanzado de técnicas tan sofisticadas que pasan desapercibidas para los ciudadanos comunes y corrientes, con riesgos y ventajas.
Entre las ventajas están las plataformas de comunicación directa mediante transmisión on line (videoconferencias). Hasta hace algunos años sólo accesible para niveles de compañías, empresas, universidades y gobiernos. Pero el proceso tecnológico avanza con una rapidez superior al promedio de inventos de los últimos 100 años. Esto es cada ¡seis meses! un nuevo proceso de adelanto. Y hoy tenemos que las videoconferencias se popularizan con tanta rapidez que ya comienzan a formar parte de la vida cotidiana.
La pandemia del coronavirus en el mundo adelantó con extrema celeridad el acceso a estas plataformas. El hecho de las cuarentenas hizo urgente y necesario acceder a estos medios y descubrir que son amigables para la vida cotidiana enclaustrada. Y lo que antes no guardaba mucha importancia de uso cotidiano, hoy -en el mundo y en Chile- comienzan a ser empleadas en forma masiva, de tal modo que todos los días y a cualquier hora, la frase doméstica común ya no es decir "Tengo que ir a una reunión", y prepararse para un desplazamiento urbano estresante: metro, buses, congestión en las calles, tacos (la mejor excusa para llegar "atrasado" a un encuentro) y diversos otros detalles. La palabra ahora es "Tengo que conectarme con una reunión", sea de amigos, de vecinos, de compañeros, de la clase on line de la universidad, de colegas de trabajo, etc...¿Y porqué no?: "Tengo que conectarme con el Consejo nacional del PPD" y no tener que pensar en viajar toda una noche, o tomar un avión (con lo desesperante que son hoy los aeropuertos) o tener que estresarse en el metro, el bus y los tacos.
"Conectarse" es la palabra y resulta un alivio -¡claro!- participar en un evento político relevante desde una ciudad austral en el extremo sur o desde una región costera, o desde una ciudad apartada y verse, oírse y escucharse simultáneamente junto a cientos de camaradas, correligionarios y/o compañeros de partido. Alguien dijo hoy en el Meeting (así se denominan las reuniones on line ahora) que ésta era la primera vez que pudo participar en un consejo nacional de partido, porque antes le era imposible por la distancia. Claro: se conectó desde una ¡isla austral de Chile! y pudo ver y escuchar a los dirigentes y saber y sentir que forma parte real de una comunidad política.
En los 32 años de historia del PPD, luego de este increíble y bien organizado Consejo nacional telemático del partido, que logró un peak de asistencia como nunca en los últimos cinco años (más de 310 delegados "conectados"), esta experiencia de cinco horas de conversación y debate on line es, claramente, un acontecimiento histórico, además sin fallas de conexión ni de audio y con transmisión estable. Esta experiencia nos permite aseverar que se ha marcado un antes y un después para el PPD y su forma de realizar la política.
Es una experiencia que, como todo en la vida, tiene sus ventajas y desventajas. La ventaja es que un evento político de esta magnitud, que por razones de costo, viajes, alojamientos, etc sólo puede realizarse una vez al año y con gran esfuerzo de sus participantes, se puede realizar ahora con comodidad en cinco o más horas sin mayor inconveniente pues las personas se conectan desde sus domicilios. Es una experiencia claramente más democrática e integradora y de participación. Pero tiene como desventaja que al reemplazar aunque fuese por una emergencia, como la pandemia y sus cuarentenas, el encuentro personal, el abrazo con los viajeros que no se ven en meses, al escuchar directamente y compartir un café, un sencillo almuerzo común y las conversaciones de pasillo, etc. todo aquello no es posible vivenciarlo en forma virtual.
La pandemia obliga a todas las instituciones, partidos políticos, entre ellas, a modificar sus hábitos. La sede nacional del PPD se encuentra totalmente cerrada hace más de 50 días. Ni un alma en esas salas de constante reunión. Y sin embargo, en estos 50 días y gracias a las nuevas tecnologías virtuales me atrevo a decir que nunca como antes, tantos militantes y adherentes, han participado en cuanto foro, reunión, seminario y ahora un Consejo nacional, se ha programado virtualmente y han participado y con más dedicación. En lo personal puedo decir que hoy tengo más reuniones "virtuales" que presenciales. ¿Qué señales podemos sacar de todo esto?
Que terminada la fase crítica de la pandemia, muchas cosas habituales volverán a su normalidad. Pero, la verdad es que no será así. Ahora sabemos, por ejemplo, que convocar -nada menos- que a un Consejo Nacional, soberano del PPD, a futuro puede no tener ningún costo más oneroso que comprar la mejor licencia disponible de una plataforma virtual y que, como ya se resolvió para este 52° Consejo Nacional on line, incluso los consejeros nacionales podrán votar mediante sus correos electrónicos los diferentes votos políticos y así. No será problema organizar luego Seminarios, Congresos, Talleres, Coloquios, Cursos, Conversatorios, etc y otros encuentros convocando en forma abierta a los ciudadanos. La sede nacional del PPD hoy tiene espacio hasta unas 150 personas en su auditorium (para no andar arrendando hoteles u otros espacios). Pues bien, los participantes en este 52° Consejo Nacional fueron más de 300 personas, todos, cómodamente instalados en sus domicilios y en todo Chile e interconectados. ¿Nos damos cuenta del efecto de esto a futuro?
Domingo Namuncura
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