El voto final mandata a la mesa directiva nacional para constituir una Comisión de Primarias, la que deberá ser integrada por militantes que brinden expresas garantías de profesionalismo en el análisis de escenarios, fechas y condiciones para que dicha elección primaria se realice o en enero o en una fecha inmediatamente posterior y próxima. Hubo voces en el 54CN, como la del senador Girardi que expresaron sus aprensiones respecto de realizar la primaria en enero poco después del cierre de inscripciones de candidatos municipales, a gobernadores y constituyentes y desde su perspectiva médica por el rebrote de la pandemia que traerá nuevas restricciones y cuarentenas, y por lo tanto señaló que estos escenarios en enero deben ser previamente analizados. Otras voces, como las del precandidato Jorge Tarud también señalaron aquello, y de parlamentarios como el diputado Celis y otros dirigentes. Lo central es que la mesa constituirá la Comisión de Primarias; esta comisión analizará y evaluará la información disponible y formulará una propuesta y luego se determinará entonces la fecha de la elección primaria, prevista en principio para fines de enero o en fecha posterior y considerando la elección oficial del 11 de abril. El tema, en consecuencia, se cerró sin drama.
Si alguien o algunas personas pensaron que se podía eludir el compromiso histórico del PPD en torno a elecciones primarias y que fuese un consejo nacional eligiendo "a puerta cerrada", erraron el camino. Si otros pensaron que se podía apostar a una primaria de militantes, erraron de igual forma pues el 54CN por votación más que abrumadora desechó estos caminos. En consecuencia, y con el consenso -por cierto, porque corresponde- de los actuales tres precandidatos presidenciales del PPD, Muñoz, Tarud y Vidal, "Primaria Habemus" y será en enero o en marzo y el candidato presidencial del PPD emergerá de esa elección, no solo ungido como el presidenciable del partido sino, además, legitimado por el voto popular.
El tema central del largo debate de casi cinco horas del 54CN del ppd estuvo centrado en torno a la política electoral del PPD en relación con la elección municipal. En gobernadores, el ppd perdió la primaria del 29 de noviembre con Helia Molina que obtuvo un segundo lugar. Y el tema de candidatos ppd a la convención constitucional no fue tocado, salvo al final del consejo por un voto político aprobado para gestionar en lo posible una lista unitaria de la oposición para candidatos a constituyentes. Por tanto, y luego de los saludos de rigor de las autoridades partidarias, y del informe de los presidentes regionales del PPD, se abrió el debate correspondiente, poblado de argumentos relevantes sobre la importancia de la unidad de la oposición, los pactos electorales específicos y demandas de contenidos para la campaña municipal.
Las situaciones que rozaron alguna forma de tensión se focalizaron en dos cuestiones de orden general y particular: la Secretaría nacional de la mujer, que preside la periodista Marcela Espinoza presentó un voto que se aprobó por una gran mayoría para que las listas de constituyentes fuesen encabezadas en todos los casos por mujeres candidatas ya aceptadas en el proceso de definiciones de los consejos regionales. Y en lo particular, el bullado caso de la intervención del regional de Punta Arenas y la contienda de pareceres respecto los mecanismos de encuesta o primarias, develó un tema de procedimientos de los cuales el CN tomó nota, precisamente, para abordar la interpretación normativa de nuestros estatutos y acuerdos políticos en una próxima ocasión.
Las precandidatas a Alcaldesas de la comuna de Punta Arenas pudieron intervenir en la sala virtual y expresar sus respectivos puntos de vista. A pesar que el Consejo Nacional, de acuerdo a los estatutos y a la Ley de Partidos Políticos es soberano para todos los efectos, el regional de Magallanes no pudo acceder a una decisión soberana del Consejo. Diversas dirigentas mujeres abogaron por el caso de Punta Arenas. Otras consejeras mujeres levantaron el argumento de que "el feminismo no puede ser usado como argumento político en este tipo de conflictos" cuando hay diferencias entre candidaturas. Pero lo cierto es que, y nada más como mera coincidencia, los casos emblemáticos de tensión en este proceso de definiciones de candidaturas municipales tuvo como afectadas a mujeres dirigentas del partido, un PPD autodeclarado en su IV Consejo Nacional estratégico como "partido feminista".
Lo cierto es que esta parte del debate, a lo menos, dio señales de que el PPD tiene un importante desafío por delante para establecer normas reglamentarias, que no están disponibles para brindar garantías de procedimiento respecto de los derechos militantes, con excepción de ciertas normas estatutarias pero que igualmente no están reglamentadas. En el PPD no existe un reglamento de funcionamiento de la mesa nacional. Tampoco de la Comisión Política (lo que facilita que la CP puede funcionar cuando se cree que es necesario pero no con regularidad....). La Directiva Nacional y el propio Consejo Nacional tampoco cuentan con un reglamento de funcionamiento y, tal como están las cosas, tampoco están plenamente instalados los Tribunales de Honor regionales que debieran actuar como "primera instancia". Lo mismo sucede a nivel comunal y regional. Una directiva comunal, por ejemplo, si no es convocada por su presidente por semanas, no se reúne, porque no existe una reglamentación que indique qué se hace cuando una directiva comunal no es citada o solo es citada según la voluntad del presidente comunal....Y a nivel regional y provincial y.....En fin.
En el año 2011, siendo Subsecretario General del PPD durante la presidencia de Carolina Tohá sugerí y se aprobó en una Directiva Nacional convocar a una Conferencia Nacional de Reorganización del PPD, con el objeto de reformar ampliamente la estructura organizacional del PPD y hacerla más transparente en materia de procedimientos y estructuración. La idea fue aprobada por unanimidad, pero -paradojalmente- nunca fue implementada, hasta hoy. ¿Porqué razones? Diversos grupos de interés y tendencias consideraron que era "complejo" esto de establecer "normas de procedimiento" en los órganos de decisión y de gestión del partido porque "siempre será mejor resolver "políticamente" los problemas en forma abierta con mayorías de votos, o lo que es más negativo, "a puertas cerradas".....El asunto es que estamos llegando a un punto en donde, si no se garantizan los derechos y deberes de los militantes, más allá de la norma general estatutaria, los riesgos de abusos de poder, decisiones verticales, intervenciones de órganos de dirección, afectación de derechos militantes, pueden ir aumentando hasta un nivel demasiado crítico y sin retorno. Volveremos entonces sobre la idea de la Conferencia Nacional de Organización, pendiente de ser convocada desde hace nueve años.
Otro tema resuelto en el 54CN fue ratificar la voluntad unitaria del PPD para incentivar el fortalecimiento de proyectos como la convergencia progresista, ahora integrada en el PUC (pacto de unidad constituyente) y perfilar ahí una suerte de convocatoria hacia una centroizquierda socialdemócrata con la eventual inclusión del escindido partido liberal (de las filas del frente amplio) y otras colectividades.
En lo social el 54CN aprobó la propuesta del presidente del partido de ir hacia un proyecto de reconozca el valioso trabajo de tantas personas voluntarias que ayudan a adultos mayores no valentes y que muchas veces deben sacrificar muchas cosas para dedicarles el mayor tiempo posible. Esto es, un proyecto de ley que les brinde una remuneración por el tiempo necesario, equivalente a un salario mínimo. Es una idea de justicia social que el 54CN aprobó impulsar a todo evento.
En síntesis: lo destacado del 54CN es algo que ya estaba previsto. El ppd nunca ha de renunciar a una elección primaria para dirimir entre más de un candidato presidencial, con la excepción de acuerdos entre incumbentes, dirigentes y órganos competentes. Que el 54CN haya ratificado una vez más este principio no es una novedad. Representa un compromiso. Lo esencial, seguirá dando vuelta: así como para un país no basta una Constitución y ésta tiene que ser traducida en normas de convivencia aceptadas y cumplidas por todos, autoridades y destinatarios, así también en un partido político, sus Estatutos no son suficientes si sus principios no están regulados por normas que garanticen el cumplimiento de deberes y derechos, especialmente, de las personas militantes y órganos intermedios y sobre todo para prevenir los abusos de autoridad, también en un partido político. ¿Esto es parte esencial de una democracia participativa y transparente? Por cierto.
Domingo Namuncura
Editor
12 de diciembre 2020


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