Editorial
Chile Vamos.....¿A dónde vamos?
![]() |
(foto prensa latina) |
Curiosa y patética disyuntiva del Gobierno. Por tozudez y porfía, principalmente, incluso de no querer escuchar a sus propios parlamentarios, pagó un precio inimaginable en el parlamento al fracasar su intento de contener la reforma al sistema de AFP con la resolución favorable para retirar un 10% de fondos previsionales de capitalización individual, los que por Ley, durante décadas no pueden ser afectados, ni aún en las peores condiciones sociales. Un tabú del sistema, bastión del modelo heredado desde la dictadura militar, prácticamente intocable.
Y con votos de la derecha, 13 en total, los votos de las oposiciones sumaron la cifra necesaria de 3/5 favorable para dicha reforma, ante el estupor de una comitiva de ministros de Estado, enviados de manera urgente a Valparaíso en medio del debate parlamentario para contener a los diputados "díscolos", sin ningún resultado.
En la coalición gobernante de derecha, ya habían surgido señales complejas para el gobierno, advertencias, declaraciones y diversas conversaciones para "sensibilizar" a las autoridades a levantar propuestas que permitiesen frenar la reforma. Pero el gobierno retuvo hasta la hora final, minutos antes de la crisis, las respuestas del caso, las que cuando pudieron exponerse ya era demasiado tarde.
El país fue testigo de un hecho histórico: la votación parlamentaria demostró que bajo ciertas condiciones políticas no hay temas tabú y ningún sistema es totalmente intocable. Las AFP han acumulado por años un fuerte desprestigio y finalmente, por sus frutos, el país conoce sus resultados.
Lo que viene camina aún por una senda de incertidumbres. Los senadores de las oposiciones, finalmente, concurrirán en bloque para votar a favor del retiro del 10%. Las pocas voces que en su momento levantaron alguna interrogación se allanaron rápidamente al sentido común impuesto por los partidos políticos y de la ciudadanía, principalmente. Y en la derecha, se mantienen todavía una suma relevante de senadores con disposición a apoyar ese retiro de fondos y todo esto provocaría una segunda derrota, tanto o más estruendosa que la anterior, pues dicha reforma sería aprobada y finalmente tendría que convertirse en ley de la República.
¿Representa este resultado el fin del actual gobierno y de su coalición? No necesariamente. Si el gobierno logra ordenar a sus senadores en el propósito de rechazar el 10% y con ello proteger la industria de las AFP, el gobierno obtendría un importante respiro y luego podría reordenar confianzas en la coalición de gobierno. Por el momento, todo indica que la tarea política fundamental será abordar a cada senador "díscolo" para llevar a cabo las negociaciones del caso. Lo impredecible en este escenario es la reacción social. Si, eventualmente, todo esto no resulta, es la coalición de derecha la que entrará en una crisis estructural, el gobierno enfrentará el impacto de la reforma y deberá consensuar con una irritada industria de las AFP los mecanismos y procedimientos que alivien el impacto de liquidar cerca de USD 18.000 millones de dólares de un total aproximado de USD 200 mil millones acumulados y fracción. Es un proceso que pueden ajustar. Y políticamente, la coalición de derecha entrará en el complejo camino de tener que reajustarse también, teniendo aún a favor que siguen contando con un capital político suficiente para encarar la elección presidencial con importantes expectativas.
Las oposiciones saben que su triunfo en un escenario de aprobación del 10% podría ser realidad gracias a votos de derecha e igualmente es un éxito, pero que esto signifique una ganancia política importante para un proyecto de unidad de toda la centro-izquierda es tambén impredecible y esto es su mayor debilidad: las dificultades para constituir un proyecto común.
En varios años a la redonda, la derecha vive su peor crisis. Si la reforma del 10% se pierde en el senado, será porque sus senadores actuaron en bloque para rechazarla y los costos serán electorales, sociales y políticos y de importante magnitud. Si la reforma se aprueba con los cuatro o cinco votos de derecha que se requieren, la coalición de Chile Vamos entrará por un túnel oscuro y el gobierno del presidente habrá agotado sus mejores esfuerzos para revivir su programa de gobierno hoy en la UCI. Estos importantes dilemas requieren un liderazgo muy potente para resolverlos. La derecha no cuenta con ese liderazgo que debería recaer en el primer mandatario, líder natural de la coalición, hoy en medio de un gran cuestionamiento al interior de sus propias filas. Y en la centro-izquierda tampoco se cuenta con un liderazgo que ordene a las oposiciones en un proyecto de unidad. ¿Empate? No necesariamente. La derecha tiene reservas políticas disponibles. La centro-izquierda por ahora, no, o está en un muy lento proceso.*
Domingo Namuncura
<< Inicio