Discurso de Michelle Bachelet aceptando ser candidata a la elección primarias presidencial.
"Gracias querido Alcalde. Yo
siempre digo que venir a El Bosque es volver a mi casa y no en una manera
simbólica. Yo soy hija de El Bosque, mi casa todavía está en Los Morros, donde
está el departamento de salud municipal.
"Queridos amigos, queridas amigas,
"¡Qué alegría enorme estar
nuevamente en casa, con ustedes! ¡Qué alegría regresar a mi país, después de
casi tres años!
"Y es una tremenda alegría porque
han sido años de trabajo, de satisfacciones, de aprendizaje. He visto, en esta
tarea que me tocó desempeñar, nuevas realidades. Desde afuera uno ve los
desafíos, los problemas, lo que está pendiente en el país, pero también lo
bueno que hemos sabido construir entre todos nosotros. He recorrido muchos
países en este tiempo, promoviendo los derechos humanos de las mujeres y niñas
en todas partes del mundo.
"Me he reunido con gobernantes y
trabajado con organizaciones y líderes de Asia, África, Oceanía, Europa y de
América Latina.
"He recorrido un mundo convulsionado,
incómodo y molesto por una globalización que no ha sido beneficiosa para todos
y que ha profundizado las brechas de desigualdad.
"Pero también he sido testigo del
coraje, la perseverancia y la esperanza de cambios profundos, especialmente
entre las mujeres del mundo árabe.
"Para mí esta ha sido una
experiencia de vida, una labor enriquecedora, un permanente descubrimiento y un
aprendizaje que, estoy segura, servirán a los hombres y mujeres de mi patria.
"Pero créanme, así como les cuento
lo valiosa que ha sido la experiencia de estos años, no hay nada que se compara
con la felicidad de estar en casa. Porque no hay nada que se compare a la dicha
de estar en mi país, con mi familia, con ustedes, mi gente.
"Hay un gran escritor uruguayo,
Mario Benedetti que decía en su libro “Noción de patria”, “siempre se vuelve”.
"Porque todos estos años he sentido
el apoyo, la confianza y el cariño de
una inmensa mayoría de chilenas y chilenos. Tengo la necesidad de decir a esas
personas, y de todo corazón: gracias.
"Muchas gracias por este apoyo,
porque ustedes son parte fundamental de lo que me ha traído de regreso.
"Como saben, me he tomado un tiempo
para reflexionar sobre esta decisión.
"He conversado con mi familia, de
la que siempre he recibido incondicional compañía y apoyo, y a la que agradezco
sinceramente el compromiso, la paciencia y el sacrificio que a menudo implica
para ellos mi dedicación al servicio público.
"Amigas, amigos,
"Les dije: hablamos en marzo y aquí
estoy, frente a ustedes, cumpliendo mi palabra.
"Aquí estoy, junto a ustedes,
dispuesta a asumir este desafío que, es
personal, pero que por sobre todo, es colectivo.
"Con alegría, con determinación y
con mucha humildad, he tomado la decisión de ser candidata.
"Todavía no chiquillos, tenemos que
trabajar harto para que eso pase.
"(Canta Himno Nacional)
"Estoy decidida a convocar una
nueva mayoría política y social para llegar juntos a la Presidencia de la
República.
"Para que tengamos un Chile que
progresa en cada uno de nosotros, un país con más justicia, más unidad, más
participación y mayor solidaridad.
"La misión es hermosa y es
inspiradora, pero seamos honestos: no será fácil.
"Sabemos, a ciencia cierta, que
desde el retorno de la democracia Chile ha tenido progreso y crecimiento. No lo
digo sólo yo, sino también líderes de todo el mundo.
"Hemos sido capaces de construir
una democracia estable –con insuficiencias que reclaman nuestra atención, pero
estable – con mejoras sociales y con crecimiento económico. Por eso puedo decir
que si hacemos las cosas bien, soy optimista con el futuro de Chile. Por eso
podemos aspirar a una mejor vida para nosotros y para nuestros hijos e hijas,
nietos y nietas.
"Sin embargo, es justo señalar que
hubo cosas que no hicimos del todo bien y reformas que quedaron sin hacer.
"Sabems también que los beneficios
no han llegado a todos de la misma manera. Digámoslo claramente: los indudables
avances en la lucha contra la pobreza no se han traducido necesariamente en
cambios significativos en los niveles de desigualdad de nuestro país.
"Sabemos que, a pesar de los
indicadores económicos positivos, hay mucha gente que no está contenta. Y hay
mucha gente que lo está pasando mal.
"Sabemos que hay un malestar
ciudadano bastante transversal.
"Lo hemos visto en los estudiantes,
en su movilización por una educación gratuita y de calidad. Lo hemos visto
también una clase media que se siente excluida y desprotegida.
"Lo hemos visto en las regiones,
que han levantado la voz con fuerza contra el centralismo y el impacto negativo
que tiene en su vida cotidiana.
Chile ha cambiado y es hoy, un país más
activo y con mayor conciencia de sus derechos. Es un país cuyas personas están
cansadas de los abusos de poder y de que sus necesidades no sean tomadas en
cuenta.
Chile tiene hoy una ciudadanía más
madura y empoderada. Estamos entrando a un nuevo ciclo político, económico y
social.
¡Y qué bueno que así sea!
Porque esta misma ciudadanía es más
fuerte, fiscalizadora, informada, comprometida con el desarrollo de Chile y es
una señal de nuestra propia adultez como sociedad. Pero es, también, una
ciudadanía que está alzando su voz descontenta.
Y aunque muchas causas puedan ser
señaladas, porque siempre todos los procesos sociales tienen muchas causas,
déjenme decirles que mi convicción profunda es que la enorme desigualdad en
Chile es el motivo principal del enojo.
Un enojo que se manifiesta, además, como
desconfianza en las instituciones.
Este enojo, es un enojo justo. Chile
tiene muchas cosas buenas pero a la vez es uno de los países con mayor
desigualdad del mundo. Y esta fractura social es ética y políticamente inaceptable.
¿Y de qué hablamos cuando decimos
desigualdad?
Hablamos de las brechas salariales, por
cierto, pero también del abuso de empresas que estafan a sus clientes.
Hablamos de la letra chica que afecta a
millones de consumidores endeudados.
De los cambios unilaterales de planes de
salud.
De las regiones, postergadas por el
centralismo.
Hablamos de la persistente diferencia de
remuneraciones entre hombres y mujeres que hacen el mismo trabajo.
De la impotencia de los trabajadores que
no pueden negociar colectivamente, en igualdad de condiciones, con sus
empresas. De los derechos sexuales y reproductivos de los hombres y mujeres de
nuestra patria.
La desigualdad se expresa también con
toda su fuerza en la brecha educacional, que resta oportunidades a los
estudiantes de la educación municipal.
Se expresa también en el día a día de
una clase media cada vez más afectada por altos pagos en educación, vivienda y salud, pero que no
califica para programas de apoyo social.
Las condiciones de vida y los derechos
de nuestros pueblos originarios siguen constituyendo una tarea pendiente como
país, y otra dimensión crítica de esta falla estructural que como sociedad nos
afecta a todos.
A todas esas personas que día a día
enfrentan estas desigualdades, les digo: es tiempo. Es urgente, es importante,
debemos vencer la desigualdad en nuestro país.
Debemos combatir la desigualdad con
decisión. Esa debe ser, a todo nivel, nuestra prioridad.
Chile se encuentra en un momento
histórico: Chile debe decidir en qué condiciones alcanzar, como sociedad, el
desarrollo.
El crecimiento económico es fundamental
para alcanzar nuestras metas. Debemos crecer a buen ritmo y de manera
sostenida.
Es muy cierto que el crecimiento produce
empleo, mejoras en los ingresos y dinamismo en la economía.
Pero también es cierto que no hay
crecimiento real si no es inclusivo, si la riqueza del país no llega a todos
sus habitantes.
Debemos re-pensar las bases de nuestro
modelo de desarrollo.
Debemos pasar de un modelo basado casi
exclusivamente en la exportación de materias primas, a uno que también se
sustente en el conocimiento, el emprendimiento, en la iniciativa y la
creatividad.
Para ello, es clave generar mayores
oportunidades. No perdernos esos meritos que no han podido desarrollarse.
Es un deber ético, pero es también una
inversión como país que no podemos posponer.
Sólo podremos ser un país desarrollado
si cambiamos sustancialmente la forma en que hacemos las cosas.
Lo he dicho siempre pero lo quiero
reiterar: el verdadero desarrollo no existe si no es inclusivo y sustentable.
Y para avanzar en esa tarea que nos
proponemos, me parece fundamental que
los ciudadanos y ciudadanas estén comprometidos en un proyecto colectivo de
país. Que su voz se oiga fuerte y clara.
Estamos en el momento oportuno para hacernos cargo de
esta tarea.
Derrotar la desigualdad para alcanzar el
desarrollo es una labor enorme y, por cierto, ustedes saben que yo siempre les
digo lo que pienso, es una tarea que supera largamente el horizonte de una
gestión presidencial.
Es preciso, entonces, que comencemos
ahora mismo.
Durante mucho tiempo nos dedicamos a
hacer ajustes y cambios al modelo.
Algunos han sido buenos. Pero otros
insuficientes. Tenemos que llevar a cabo reformas más profundas si de verdad
queremos derrotar la desigualdad en nuestro país.
Debemos ser capaces de construir un
nuevo consenso para avanzar con sentido de país, con unidad nacional y con un
rumbo común. Sin exclusiones.
Ustedes saben que es muy importante lo
que se hace, pero también cómo uno hace las cosas. Yo creo firmemente en eso.
Yo creo que ustedes tienen buenas ideas y proyectos.
Quiero comprometerme ahora ante ustedes:
Yo no voy a ofrecer un programa hecho
entre cuatro paredes.
Voy a promover diálogos y encuentros
para que el programa de esta campaña tenga el sello de nuestra ciudadanía.
Vamos a constituir un verdadero pacto de
gobierno, con un compromiso mutuo.
Y para eso voy a recorrer el país: para
escucharlos, para conocer sus propuestas.
Amigas y amigos,
Voy a trabajar para conducir el próximo
gobierno: el primer gobierno de una nueva mayoría política y social que nos
permita enfrentar la desigualdad y construir un Chile más inclusivo.
Tenemos una oportunidad única para
avanzar juntos en la dirección correcta.
Por lo mismo, esta campaña, la conquista
del Gobierno y la realización de las reformas deben tener un carácter amplio y
democrático.
En ese sentido, creo que es muy
importante que se realicen primarias para la designación del candidato único de
la oposición.
Las primarias son un camino legítimo y
válido para que sea la ciudadanía la que señale su preferencia.
Es por eso que he decidido participar en
las primarias de la Concertación y de la oposición. Porque el camino a la Moneda no será la tarea de una
candidata, de un equipo, o de una coalición de partidos.
Esta campaña les va a pertenecer a todos ustedes.
Para ganar hay que trabajar. Y si
ganamos será porque hubo una gran
movilización de la ciudadanía a lo largo y ancho del país.
Y esa movilización ciudadana comienza
hoy. Ahora mismo.
Es necesario movilizarse y participar de
cara a las primarias del próximo 30 de junio y luego, de cara a la elección
presidencial.
Y a esos mismos hombres y mujeres que
tan desinteresadamente me han expresado su apoyo, su cariño, su confianza, les
pido que nos ayuden en cada ciudad y rincón de Chile.
Los invito y los convoco a trabajar
todos juntos por una gran primaria que sea fraternal, masiva, abierta y
ciudadana. A realizar una campaña con alegría, iniciativa, respeto y entusiasmo.
Los invito a que trabajemos para ganar
el Gobierno en noviembre próximo. Cada uno de ustedes, cada una de ustedes, con
sus anhelos y sus realidades, con su propia vivencia y mirada de Chile, con su
voz, es lo que este nuevo sueño de país requiere.
Es lo que necesitamos para una nueva
mayoría, para una nueva política, para un mejor país.
Gracias de todo corazón por su cariño y
su confianza, por esta energía que me transmiten. Gracias por estar aquí esta
noche.
Comencemos, ahora.
¡Viva Chile!
Michelle Bachelet
Centro Cultural de El Bosque
Miércoles 27 de marzo de 2013
Fuente:
Noticias.terra.cl
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