Reemplazo de la diputada Loreto Carvajal en Ñuble.
Mesa nacional no logra acuerdo entre priorizar una región o resolver en forma centralizada en Santiago.
A las 20:00 horas del viernes 15 de enero la mesa directiva nacional fue convocada a una segunda reunión extraordinaria para resolver el reemplazo de la diputada Loreto Carvajal (Ñuble), quien asumirá a su vez como senadora en reemplazo del ex senador Felipe Harboe ahora candidato a la convención constituyente.
Originalmente, y con motivo de su decisión, Harboe había considerado como "natural" su reemplazo por la parlamentaria en razón de su labor legislativa y su experiencia en la región. Este reemplazo fue, finalmente, aprobado por unanimidad en la mesa nacional atendiéndose principalmente al criterio de que era razonable que un parlamentario en ejercicio asumiese ese reemplazo. En vista de aquello el ex senador había sugerido entonces que la diputada hubiese podido ser, a su vez, reemplazada por su jefe de gabinete en el senado, Alejandro Vega, oriundo de Santiago aunque con algunas raíces en la región, asunto que generó diversas polémicas.
Aparentemente esto último entraba en un "rápido despacho", pero desde la primera sesión de mesa nacional para establecer un procedimiento quedó claro que el tema no era, a su vez, tan claro. De hecho, el vicepresidente nacional Domingo Namuncura apuntó a una precaución: la no conveniencia de continuar con la práctica de "cargos heredables" cuyas raíces se encuentran desde el antigüo sistema binominal. Además, el PPD en años anteriores ya había resuelto realizar una elección primaria en Coquimbo para reemplazar a un diputado del partido, y resultó electo Miguel Alvarado con el voto popular. En consecuencia, el PPD cuenta con un importante precedente que no debemos ni podemos desatender.
Durante el transcurso del debate de la mesa el presidente institucional informó la presentación de propuestas regionales por parte del partido en Ñuble en las que, principalmente y de manera muy relevante se sugirió la realización de una elección complementaria en el marco de la elección primaria del 31 de enero. Gran iniciativa puesto que resuelve de inmediato tres cuestiones esenciales: 1.- se sigue la tradición instalada en la primaria de Coquimbo 2.- se acoge el planteamiento de un regional 3.- y lo más importante: cientos de ciudadanos de la región, eligen mediante voto popular a quien reemplace a la diputada Carvajal, en vez que lo decidan 11 sujetos instalados centralmente en Santiago. Adicionalmente, entre los nombres propuestos a nivel regional están: Paulo de La Fuente, un prestigioso dirigente regional y Carol Lagos con un gran desempeño previo en la región. Por tanto se podía cumplir perfectamente con la norma democrática y regionalista de privilegiar el sentir de toda una región. Hasta aquí, todo bien y esto se podría haber resuelto en minutos en virtud de convicciones y compromisos democráticos.
Craso error: responder a una propuesta regional, de suyo relevante, no era el tema fundamental.
En efecto, lo que se podía haber resuelto por consenso se transformó en un arduo debate. Cinco miembros de 11, de la mesa nacional, consideraron que había que votar de inmediato entre un candidato de Santiago (el secretario general a autoproclamado candidato) y la propuesta de una candidata mujer, de la región de Ñuble. No hubo margen entonces para atender los requerimientos del PPD regional por consenso.
Otros cinco miembros de la mesa, por cierto, estuvimos por acoger -como correspondía hacerlo- el planteamiento regional e incluso levantamos el concepto de que en esta ocasión es muy adecuado que una mujer reemplace a otra mujer, especialmente luego de los bochornos acontecidos con el retiro que hizo el equipo negociador, de la lista de candidatos a constituyentes en el distrito 13 de Santiago, de Teresa Valdés y Leslie Sánchez en Valparaíso. Acoger, además la propuesta de una elección complementaria, resolvía de manera limpia una gran decisión. Otro miembro de la mesa, optó por abstenerse en esta decisión. En consecuencia, el resultado fue 5 votos en contra de la propuesta regional; cinco votos a favor (Rodrigo Daroch, Francisco Vidal, Tomás Iturbe, Camila Bruna, Domingo Namuncura) y una abstención. ¿Resultado? Empate. Se debía pasar entonces al segundo tema: votar de inmediato la designación (porque no es una elección) del o la reemplazante de la diputada Carvajal.
Mujer por mujer y acoger la propuesta regional como una expresión del compromiso del PPD con las regiones no tuvo suficiente eco en una mesa nacional de 11 dirigentes.
En la segunda tanda del debate para resolver el reemplazo de la diputada Carvajal, la situación siguió siendo abordada arduamente. En la mesa nacional había tres nombres disponibles: el secretario general, quien se presentó a título personal y el compañero Paulo de la Fuente (vicepresidente regional de Ñuble) y la compañera Carol Lagos, dirigenta regional propuestos por el regional y con una importante trayectoria social en la región. El resultado de una votación obligada, puesto que no se logró acuerdo respecto de una elección complementaria, el mejor camino y el más democrático y transparente fue el siguiente:
Votos por la compañera Carol Lagos: vicepresidentes Domingo Namuncura, Camila Bruna, Tomás Iturbe, Francisco Vidal, Rodrigo Daroch.
Votos por el secretario general: Andrea Muñoz, Sebastián Vergara, Katherine Araya, Cristóbal Barra (JPPD) y Carlos Cuadrado.
Abstención: presidente institucional.
¿Resultado final?. Nuevamente, empate. Y la situación quedó cerrada y suspendida hasta una nueva reunión extraordinaria de la mesa nacional (sería la tercera en esta ronda).
¿Virtudes públicas, vicios privados...?
Recomiendo para este verano el magnífico documental de Netflix del gran director Martin Scorsese sobre la escritora estadounidense Fran Lewobitz. Además de chispeante y profunda, con una serie de entrevistas que hacen pensar profundamente, el título del documental es muy extraordinario: "Supongamos que Nueva York es una ciudad". Vean el documental en Netflix. No se arrepentirán. Se los prometo. Además, con un gran director.
Como algunos saben llevo unos años trabajando un proyecto editorial sobre la historia del PPD y aun cuando ya está terminado lo esencial, y ahora en revisión, me ha costado encontrar un título atrayente y Scorsese me resulta una buena inspiración: "Supongamos que el PPD es un partido político". Interesante.
En 33 años de historia (a veces citar la historia propia no resulta muy cómodo) el PPD ha transcurrido entre luces y sombras. Hoy, digámoslo con franqueza entre más sombras que luces. Se entiende. Muchos de nosotros, como Fran Lewobitz amamos apasionadamente el PPD, como Fran las calles de Nueva York, sus centros culturales, los barrios que han hecho historia, los dolores acumulados entre sus paredes. Ella hace una hermosa descripción de una ciudad que indudablemente es histórica. Pero....aborrece todo lo malo y lo feo de la ciudad: el metro sucio y oscuro, los rincones de la delincuencia, la corrupción empresarial y política, los grandes proyectos urbanísticos que redujeron los áreas verdes solo al gran Parque central, la premura de la vida, el costo de los bienes y servicios.....Odia Nueva York, pero la ama entrañablemente. Fascinante.
Muchos de nosotros, como decía, finalmente hemos terminando amando apasionadamente este proyecto llamado PPD que abrazamos desde su fundación en 1987, cuyo 33 aniversario en diciembre del 2020 pasó sin pena ni gloria, salvo por algunos saludos en algunas redes internas. Y lo seguimos amando por la épica que pusimos aquí, por los valores que buscamos encarnar en el partido, por las tantas luchas sociales con las que ganamos grandes adhesiones sociales...Suponíamos que el PPD sería un gran partido político. Pero también aborrecemos muchas cosas y la crítica interna es para todos, horizontalmente. Nos quejamos de los caudillos, pero les seguimos dando votos y atendiendo sus llamadas telefónicas, a veces, dulces y acarameladas, otras veces amenazante y autoritaria y les seguimos dando hilo, como se dice. O sea, también somos responsables de a lo que hemos llegado.
En elecciones internas muchos se desesperan por llegar a los "altos cargos" comunales, provinciales, regionales y nacional. Luego, electos, varios dormitan o solo aparecen para votar alguna iniciativa de interés o se arriman al paraguas de algún caudillo comunal, regional o nacional. Y el partido en lo comunal, en lo provincial y regional e incluso nacional, se reduce solo a unos pocos que de verdad trabajan -todos ad honorem o al menos la inmensa mayoría- por esta "ciudad" llamada PPD. Y nos hemos acostumbrado a vivir en ella, como Fran lo señala en el documental, porque Nueva York amarra el alma de los soñadores. Acá, también, en lo local.
¿A dónde voy con esta reflexión entre Scorsese y el PPD? El director no tiene idea de la existencia del PPD. Seguro que vendría especialmente a Chile para filmar un documental, dada toda nuestra compleja y controvertida historia de egos, pasiones, y sueños frustrados y vigentes. Encontraría un material magnífico. Pero no. No va a suceder.
En la definición de un reemplazo de la diputada Carvajal, el PPD tiene una oportunidad única y extraordinaria, en este momento, de dar una señal ante la militancia: nacional y regional y ante el país, de una convicción y compromiso democrático de verdad.
¿Qué mejor que la persona que reemplace a la diputada sea electa en una elección complementaria, acotada claramente a la región de Ñuble, el 31 de enero en el marco de la primaria ciudadana para nominal el presidenciable del partido y entre candidatos/as de la región propiamente tal?
¿Qué mejor para el PPD de este momento, que acoger la propuesta remitida por dirigentes regionales de Ñuble para dirimir entre dos precandidatos de la región propiamente tal y no con actores provenientes del centralismo santiaguino?
¿Qué mejor para el PPD hoy que ante la mirada crítica de las mujeres, su red interna y de los movimientos feministas en Chile, nuestra señal institucional sea que una mujer -de la región- reemplace a otra mujer?
¿Cómo deberían ser interpretadas estas tres señales en la militancia, en la sociedad y en el país sino como la demostración clara de un partido que acoge a su región -Ñuble-, que promueve una elección complementaria y que priorice a una mujer, siendo que el mismo PPD lleva en sus entrañas el acuerdo de constituirse en un "partido feminista"?
¿Porqué estas señales no fueron acogidas en la mesa nacional como resultado de un empate entre 11 personas que se supone deben representar el sentir militante y las convicciones y compromisos que resultan de nuestros propios acuerdos institucionales?
¿Un misterio? No. Para quienes llevamos 33 años de militancia, y amamos el PPD, como Fran Lewobitz ama "rabiosamente" dice ella a su ciudad, Nueva York, nosotros amamos este proyecto político pero aborrecemos las prácticas e intereses que se enseñorean entre nosotros (y nadie escapa a sus influjos) y que dañan profundamente la credibilidad del partido, como las sombras y cierto oscurantismo de Nueva York opaca su luminosidad. Y a aún así aquí estamos.
Y lo más peligroso: una pequeña ventana de poder....un simple cupo parlamentario temporal....desata pasiones increíbles. ¿Hemos olvidado o estamos olvidando que la política es para servir a los ciudadanos y al pueblo y no al revés?
Domingo Namuncura
Etiquetas: PPD
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