NICOLÁS EYZAGUIRRE:
Frente a frente con el 10% en las horas
previas
a una decisión trascendental en el Senado.
Diálogo con actualidadppd.blogspot.com
Ministro de Hacienda del presidente
Ricardo Lagos, Ex director del departamento para el hemisferio occidental del
Fondo Monetario Internacional; Ministro de Educación, Secretario General de la
Presidencia y Hacienda con la presidenta Michelle Bachelet en su segundo
período. Economista, académico y
consultor internacional y militante y dirigente en el Partido Por la
Democracia, Nicolás Eyzaguirre Guzmán, es probablemente uno de los ministros
más experimentados en el complejo tema de la administración de recursos del
Estado y de políticas sociales relevantes en los últimos 20 años en Chile.
Apasionado de su tema y de la política,
también ha incursionado en otras áreas como guitarra clásica y haber
participado en su tiempo, en los años 80, en la fundación del conjunto
folklórico Aquelarre. Cuando lo conocimos en esos años, quienes integrábamos el
movimiento de DDHH, en más de una ocasión lo vimos en presentaciones del
conjunto. En 1981, integró la Nueva Canción Chilena y con el recordado conjunto
Santiago del Nuevo Extremo participó en la competencia folclórica del festival
de Viña del Mar.
Su primera militancia política fue en el
PDC antes del golpe militar. Luego se integró a la Izquierda Cristiana y en
otro momento formó parte del Partido Comunista. Luego de cumplir funciones en
el FMI retornó a Chile y junto con Ricardo Lagos Escobar, quien ya estaba
pensando en la idea de un gran partido por la democracia, optó por colaborar
intensamente en este proyecto político y se integró al recordado Grupo de
Estudios económicos-sociales, Vector, en donde se trabajaron importantes ideas
para lo que sería más tarde a fines de los 80 el inicio de la transición democrática.
La actuación política y las reflexiones de
Nicolás Eyzaguirre nunca dejarán del todo conforme a nadie en general pues es
reacio -por disciplina académica- a seguir la corriente de turno en materia de
ciencias sociales, políticas y sobre todo económicas. Esto hace muy valiosa su
reflexión, pues uno siempre estará seguro que de alguna forma sus ideas, por
contrastantes que sean, permitirán ese milagro necesario del conocimiento: abrir
ventanas, aprender y debatir.
Es un agrado para este boletín de actualidadppd.blogspot.com,
con ya más de cinco modestos años de existencia, contar con su opinión en estas
horas y días previos a la gran decisión que todos esperamos en el Senado.
Entremos de inmediato en el nudo de lo
que el Senado deberá resolver el próximo miércoles 22 de julio: ¿Si tu fueras
miembro de la cámara, tu voto sería a favor del retiro del 10% de fondos
acumulados en AFPs? ¿Sería en contra? ¿Pondrías condiciones? ¿Porqué?
Sería a favor, porque las alternativas que ha dispuesto el gobierno son
lentas y carecen de universalidad. Hasta hace poco habría insistido en mejorar
las alternativas, que las hay y creo mejores, pero ya ha pasado demasiada agua
debajo del puente y la necesidad de miles de compatriotas no puede seguir
esperando.
A lo largo de varios años el tema de las
AFPs se ha desarrollado críticamente en la ciudadanía y a partir de la gran
movilización del 2017, el rechazo a esta industria creció de manera muy
extendida y explosionó masivamente a partir del estallido social del 2019.
¿Cuáles son las razones por las cuales se ha generado este proceso de
cuestionamiento tan profundo a este sistema?
Las razones son múltiples. La primera es que es un modelo que le fue
impuesto en dictadura a la mayoría de los cotizantes, por lo que adolece de
ilegitimidad de origen. Se dirá que han pasado tres décadas en democracia y no
se ha cambiado. Aquello es una verdad a medias. Se han introducido cambios,
siendo el pilar solidario implementado en el primer gobierno de la presidenta
Bachelet el más importante. También se ha logrado legislar para introducir
competencia y bajar las comisiones, así como para mejorar la rentabilidad de
las inversiones. Los cambios más de fondo, esto es, aquellos que buscan un
modelo mixto donde aporten el Estado, los empleadores y los trabajadores, con
elementos de solidaridad en aportes y beneficios, así como en rasgos
estructurales del modelo de administración de cuentas y saldos, se han
intentado infructuosamente, habida cuenta del alto quórum que tiene la ley de
seguridad social para ser modificada.
La segunda razón es que las pensiones son realmente miserables
contrariamente a lo que prometieron los autores de este sistema. Si bien
concurren a la explicación de esa realidad factores paramétricos como la baja
tasa de cotización, la mayor expectativa de vida, los bajos sueldos y salarios
y las lagunas previsionales, factores todos que golpean con particular fuerza a
las mujeres trabajadoras, resulta particularmente urticante e incomprensible
que, en medio de esta rampante carencia, las utilidades de las administradoras
hayan sido extraordinariamente elevadas desde su creación. Aunque cobros
moderados por la administración de cuentas y saldos no bastarían para mejorar
significativamente las pensiones, en ausencia de cambios a los elementos
paramétricos aludidos, simbólicamente el desmesurado lucro de unos pocos sobre
la miseria de muchos es completamente inaceptable.
Por último, el diseño de un esquema de ahorro enteramente individual de
carácter forzoso, sin elementos de solidaridad propios de la seguridad social,
saldos de ahorro que, además, son usados desproporcionadamente en suplementar
las necesidades de fondos de los mayores grupos económicos del país, confieren
una tensión adicional al sistema. Si el ahorro es de estricta propiedad
individual, la gente se pregunta por qué esta “acorralado” con rindes sólo
moderados, mientras las familias deben contraer deudas para su subsistencia a
costos financieros bastante superiores.
Desde el estallido social del 18 de
octubre a esta fecha millones de familias enfrentan un cuadro de crisis en
muchos aspectos: salud, empleo, alimentación, incertidumbres crecientes. Lo más
sensible es la falta de dinero para enfrentar las urgencias. El gobierno ha
sido lento para brindar respuestas y es claro que el goteo de ciertas medidas
no es suficiente porque lo que se requiere en un hogar es contar con algo de
liquidez en dinero constante. El retiro del 10% de fondos acumulados en las
AFPs aparece como una medida rápida, sin burocracia aparente, con un depósito
en cuentas rut u otras y, por tanto, con la capacidad de contar con dinero de
los ahorros propios, al menos por unos meses. ¿Esto es así? ¿Se prevén los
efectos que esto puede tener en las pensiones futuras?
Esto es
exactamente así, como señalé en mi primera respuesta. No obstante, no cabe duda
que esto tendrá un efecto, y permanente, en las pensiones futuras, que es lo
que la convierte en una alternativa, si bien expedita, de inferior diseño y apoyo
neto que otras que pudieron haberse implementado. Es posible que el efecto
sobre las pensiones más bajas, aquellas que hoy reciben el complemento del
aporte previsional solidario del estado, sea relativamente moderado, pero los
pensionados futuros con pensiones autofinanciadas superiores a la PMAS (unos
410 mil pesos), debieran ver disminuidas sus pensiones hasta en un 10%.
Voces desde el gobierno y de la derecha,
del empresariado y otros sectores se empeñan en alertar que el retiro de este
10% tendrá efectos entre "demoledores" y "dramáticos" en el
mercado, en el sistema financiero y en el modelo previsional. ¿Cuánto de cierto
hay en estas preocupaciones y por qué? Tienen una apariencia técnica pero
también cuentan las implicancias políticas.
La cantidad efectiva de retiros es aún una incógnita, porque depende en
alguna medida del diseño, cobertura, automaticidad y monto de las otras
iniciativas que ha propuesto el gobierno. Si se llegara al máximo potencial,
esto es el 10% de los fondos totales o unos veinte mil millones de dólares, el
efecto sobre precios de acciones, tasas de interés y el dólar americano podría
ser de alguna envergadura. Pero aquello es un máximo absoluto. Si pensamos en
solo fracciones de ese monto, y las administradoras, a efectos de mitigar el
efecto sobre el precio de los activos menos líquidos -concentrados en los de
origen nacional- liquidan, al menos inicialmente, predominantemente activos
internacionales de alta liquidez, el efecto debiera ser mucho más contenido.
Un afiliado ya a punto de jubilar: ¿Qué
efectos debe esperar en su pensión próxima al retirar el 10%, en sus distintos
niveles de acumulación. Se supone que los afiliados ABC1 con un fondo acumulado
por sobre M$120 millones de pesos, este retiro es apenas un rayado de pintura.
Pero son muy pocos. Los más, son millones de afiliados con fondos muy
reducidos. ¿Tendrán efectos de mayor envergadura y de qué manera el Estado
debería prever esa situación?
Aritméticamente un retiro del 10% de los fondos del contribuyente a
punto de jubilar debiera traducirse en una caída de pensión- esquema renta
vitalicia- de ese orden. Como señalé, en cotizantes de bajos fondos acumulados
y, consiguientemente, beneficiarios del APS, el efecto podría ser bastante
menor. En el otro extremo, cotizantes con abundante APV – a menos que también
lo retiren- también sufrirían un impacto bastante menor. El problema es más
acuciante en los grupos medios. Se ha sugerido la restitución solidaria de esos
fondos. Como dicha restitución no puede ser proporcional a los montos
retirados, pues sería regresivo e incentivaría el retiro, creo que una
alternativa es buscar esquemas expeditos de transferencias corrientes a los
grupos medios, tal de mitigar tanto el monto del retiro como el consiguiente
daño previsional. Aunque parezca un poco técnico, suplir fondos en la forma de
un bono de reconocimiento futuro de cargo estatal, esto es, endeudarse con el
afiliado, carece de sentido hoy, pues el Estado conserva amplias oportunidades
de financiamiento en el mercado nacional e internacional, a tasas
históricamente bajas.
En este momento los partidos de
oposición, en el senado informan que sus 24 legisladores están disponibles
para aprobar el 10% en este tercer trámite. Y se ha ido confirmando que
senadores de derecha aportarían entre 2 y 5 cinco votos adicionales, con lo
cual el proyecto queda "rematado". Para el gobierno y la derecha esto
representaría un golpe político muy intenso. ¿Se quiebra Chile Vamos? ¿El
gobierno pasa sólo a administrar el tiempo que le queda? ¿Se afecta la
expectativa presidencial de la derecha? ¿Capitaliza la centroizquierda este
proceso político?
No hay duda que esto ha sido un golpe muy fuerte para el gobierno y la
centro derecha. De alguna forma la rigidez del gobierno y consiguiente división
de su coalición, refleja el predominio en este de la línea más neo liberal,
aquella que se opone visceralmente a un mayor rol distributivo del Estado y a
cualquier medida que pueda legitimar, hoy o a futuro, una mayor carga
tributaria. La política del goteo ha sido causada por esa visión extrema. La
oposición al retiro, más allá de las eventuales consecuencias ya comentadas
sobre pensiones futuras, tiene que ver con el temor atávico a ir jibarizando un
esquema previsional enteramente privado e individual. Si esto lo capitalizará o
no la centro izquierda dependerá de su capacidad de trabajo unitario, lo que
dependerá tanto de acuerdos orgánicos efectivos, como de la capacidad de
ofrecer al país nuevas y convincentes propuestas. Éstas deberán hacerse cargo de
rezagos ya intolerables en el campo institucional -nueva constitución, régimen
político que supere entrabamientos y permita y refuerce el trabajo en torno a
programas y no a caudillismos; incorporación efectiva de la ciudadanía a la
decisión política, etc.- como de las deudas pendientes en materia de un
contrato social que garantice derechos -donde destacan la universalidad de la
educación la salud y la previsión- y ponga en marcha un proceso de
transformación productiva con debida atención al conocimiento y la tecnología a
objeto de superar el estancamiento del crecimiento.
El Senador Ossandón acaba de exponer en
una carta abierta lo siguiente: "Mi convicción es que los aires de
rebeldía que soplan en el mundo y en Chile responden a que las personas se
cansaron de esperar. De nada sirve hablar de desarrollo, de equilibrios
macroeconómicos o de estabilidad, si no se entiende que eso sólo es posible se
si avanza en mayor igualdad de oportunidades y el fin de abusos inaceptables.
Pertenezco a un sector que tiene el desafío y oportunidad de demostrar que su
norte es la defensa de la dignidad de las personas y el mejoramiento de las
condiciones de vida de todos y todas". Esto lo expresa un senador de
derecha. ¿Cuál es tu comentario como persona de centroizquierda?
El Senador expresa la visión de la derecha social, que es la visión
alternativa al neoliberalismo extremo dentro del sector. Esta tiene tradición
en la historia de Chile, pero una y otra vez ha sido derrotada por los sectores
conservadores más apegados al orden, la propiedad privada, bajos impuestos y
rentas oligárquicas que han dominado la escena política en buena parte de
nuestra historia patria. La derecha social, expresada por los liberales y
federalistas en los albores de la República, pasando por Balmaceda y Alessandri
Palma, entre otros, siempre ha sido vista por la oligarquía, antes
terratenientes, hoy neoliberales como una peligrosa avenida al surgimiento de
nuevas fuerzas y grupos sociales que le disputen su hegemonía.
NICOLÁS
EYZAGUIRRE
Para
actualidadppd.blogspot.com
Ex Ministro de
Hacienda.
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