19 ene 2021

Hoy, 20 de enero, cambio de mando en EEUU.

No hay vuelta atrás: EEUU con Biden y Harris.

 Por Marta Maurás (*)


En la víspera de la elección de dos senadores en el Estado de Georgia y la antevíspera de la tan esperada confirmación de la elección de Biden por el Congreso, nada es seguro en EEUU, a pesar del aplastante triunfo del demócrata y su compañera de lista, Kamala Harris, tanto en voto popular como en electores de los Estados.

El martes 5 de enero, dos incumbentes republicanos que no obtuvieron  la mayoría de votos necesaria para ser electos senadores enfrentaron a dos demócratas en una nueva votación. De ser elegidos estos últimos, el Senado quedaba con igual número en ambos lados, situación que no se había visto por décadas. Sería la Vicepresidenta Kamala Harris quien emitiría el voto dirimente, en caso de empates en dicho Senado. Un nuevo escenario, muy diferente al que enfrentó el presidente Obama. Por esto, Donald Trump apareció frenético, presionando personalmente a las autoridades del Estado de Giorgia e incitando a sus seguidores, al punto de incurrir en conductas no solo inmorales sino rayanas en el delito.



En cuanto a la confirmación por el Congreso, un mero trámite en tiempos "normales" se volvió complejo por las amenazas de más de cien congresistas y varios senadores de impedir que se avanzara o, al menos, de generar mucho ruido, si se cumplía con dicha confirmación. Con ello, la poca dignidad que le fue quedando a las instituciones federales del aparato democrático norteamericano, se desplomaría aún más, como efectivamente quedó demostrado con los sucesos de la invasión del Capitolio ante la sorpresa mundial. Un proceso que requerirá tacto y firmeza para recomponer la que otrora ha sido la primera democracia del mundo.

Sin embargo, estos son fuegos artificiales si consideramos que los desafíos que enfrenta la dupla Biden-Harris, para revertir la desmejorada situación nacional e internacional son enormes.  No solo está el hecho de la pandemia cuyo control es de la mayor urgencia con un proceso de vacunación que arriesga perder millones de dosis por el mal manejo del saliente gobierno de Tump y muchas más vidas. Está la pérdida de millones de empleos, el avance del hambre que se observa en las largas filas de autos,...si, de familias esperando su ración...Están presentes también como drama el racismo y la violencia policial.

En política exterior, sin duda EEUU no volverá a ocupar el mismo lugar singular de hegemonía con presencia universal. Será necesario reparar relaciones debilitadas o dañadas con aliados, y buscar aquellos grupos que ayuden a trabajar con China, con Irán y a contrarrestar la desinformación rusa. Es una nación que necesita un cambio de estilo más amigable, que Biden ha desplegado en tareas internacionales anteriores, y necesita reconocer que EEUU está en un lugar distinto hoy, buscando amigos y socios para nuevos desafíos.

(foto el mundo)

Probablemente, una de las tareas primordiales será la de dar vuelta al tema del cambio climático y sus terribles efectos. Biden ya había prometido volver al Acuerdo de París, un gesto esperado, pero no suficiente. Tendrá que trabajar con su propia industria para renovarse y buscar puntos de acuerdo con China y restablecer el valor de la tecnología verde, economía limpia, mucha inversión doméstica y en cómo el mundo acompaña esto. Lo mismo con la tecnología digital.

No hay espacio aquí para más, pero interesa cuál será la actitud respecto de América Latina. ¿Será indiferencia benigna, simpatía ocasional? ¿O será un real esfuerzo de enganchar con una región golpeada por la trampa de la explotación de recursos naturales y el férreo control de sus elites, encerradas en sus  barrios y balnearios, de aquí y de más allá?.

A nosotros nos corresponde buscar los espacios de encuentro y de cooperación en la región y definir un posicionamiento de "autonomía estratégica" frente a las grandes potencias que nos permita avanzar con un desarrollo justo, verde y sostenible.


(*) Marta Maurás, Socióloga, militante del PPD y actualmente Directora en el Foro Permanente de Política Exterior y consejera de Comunidad Mujer, fue nombrada Embajadora de Chile (2014-2018) en Ginebra, en el segundo gobierno de la presidenta Michelle Bachelet y ejerce como Secretaria Nacional de Asuntos Exteriores en el PPD.

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