1 feb 2021

Después de la consulta ciudadana del 31 de enero.

El PPD: en el día después del día después.


Con un un 54%  de preferencias (7.130 votos)  el precandidato presidencial del PPD Heraldo Muñoz se convirtió finalmente en el nominado oficial del partido para representar al PPD en la contienda presidencial. Su contendiente, el Vicepresidente nacional Francisco Vidal obtuvo un 43% de los votos (5.781) y el ex parlamentario Jorge Tarud un 3% (336). Con estos resultados se cierra la etapa previa, el día antes de la consulta ciudadana del 31 de enero y se abre el ciclo de los días siguientes: el día después. (fuente ppd.cl)


Votaron en esta consulta 3.225 personas, en su mayoría militantes del PPD en las 162 comunas que fueron habilitadas. El resultado estaba previsto como razonable entre un margen de 10.000 a 15.000 votos. Si hubo alguna aprensión fue que con las dificultades del período (cuarentenas, miedo a los contagios, lluvias, etc.) la cifra pudiese estar por debajo de los votantes de la elección interna en junio 2018, un poco menos de 10.000 militantes.  La votación abierta en esta consulta ciudadana implicó ciertamente una mayor movilización de militantes y un poco más de un tercio agregado de ciudadanos independientes. Será materia de expertos electorales poder proyectar estos resultados para las tareas que vienen.

Y lo que está por delante es mucho más complejo que la consulta ciudadana convocada por el PPD. El ahora nominado oficialmente como candidato presidencial del partido deberá competir con la recientemente proclamada candidata presidencial PS, la ex Ministra Paula Narváez. Un escenario aún en proceso pues el PDC ha señalado sus observaciones en contrario y el PR plantea llegar con su candidato (Maldonado) hasta la primera vuelta presidencial. En cualquier caso, una consulta ciudadana abierta, entre Muñoz (PPD) y Narváez (PS) sería una contienda con enormes desafíos para el PPD en su estado actual.

Fortalezas y debilidades evidenciadas en esta consulta del 31 de enero.

¿Qué PPD emerge a partir del primero de febrero, el día después de la consulta ciudadana? Compleja pregunta con respuestas que serán disímiles. La campaña interna estuvo marcada por situaciones ingratas. En todo caso en el PPD esto es parte de su historia de 33 años y nada tan distinto a lo que ocurre en partidos políticos en períodos de campaña. Corresponderá al ahora nominado candidato presidencial del partido aplicar su mejor voluntad para superar los momentos críticos, las heridas en el camino, las fracturas que pudieron haberse presentado y sobre todo para promover una tarea unitaria y por tanto inclusiva. Demostrar que en este tipo de comunidades políticas "nadie sobra" es la tarea más compleja, para no dejar la idea como una palabra en el viento.

(foto pauta.cl)


En lo institucional se presenta de inmediato el tema de la continuidad o no en la presidencia del partido. Ya he reiterado en comentarios previos en este blog que en el PPD no existe hoy una normativa que resuelva específicamente este tema porque entre 1987 y el 2017 el Partido nunca enfrentó una contienda presidencial interna entre más de un candidato. Históricamente el fundador del PPD, Ricardo Lagos Escobar fue el candidato presidencial por excelencia y sin discusión, y en otras campañas presidenciales el partido sencillamente sumó su consentimiento a otros candidatos (Frei, Bachelet, Guillier), pero nunca se había presentado el caso de más de un candidato presidencial interno con liderazgos sólidos  y menos, que dos de ellos (Vidal, Muñoz) integran la dirección nacional de la colectividad.

Las experiencias comparadas son igualmente controvertidas. En países socialdemócratas da casi lo mismo si el candidato/a presidencial es o no un alto dirigente en ejercicio de su propio partido. En otros, lo normal ha sido separar los roles. En Chile, ningún candidato presidencial fue estrictamente y al mismo tiempo un alto dirigente de la mesa nacional de un partido. Y así. En este caso, el tema queda relativamente librado al nominado candidato presidencial y lo que resuelva podría ser o no aceptado, pero como no hay norma taxativa en nuestros estatutos al respecto, quedará lo que él candidato estime pertinente.   Si es el caso que renuncia a la presidencia del PPD, la institucionalidad partidaria tiene si un derrotero: habiendo designado la mesa nacional, en julio del 2018 al Vicepresidente con mayoría nacional Francisco Vidal, como Primer Vicepresidente del Partido, el reemplazo del saliente se realiza de manera natural. Y a su vez el primer vicepresidente ha de ser reemplazado por quien le seguía en la lista de candidatos internos en junio del 2018. Estos son los caminos normales. 

Si dicho reemplazo no ocurre porque el nominado candidato presidencial resuelve mantener, a su vez el rol de presidente institucional del PPD, la mesa nacional deberá resolver cómo se conduce a un partido cuya máxima autoridad debe -por razones propias de su campaña- dedicar mucho tiempo preferencial a dicha campaña y cómo se conduce entonces al PPD, lo que no puede depender de la agenda particular del candidato. Son temas que seguramente la dirección nacional podrá resolver de la mejor manera posible. 

¿Importa mucho a los ciudadanos este tipo de disquisiciones? Si nos atenemos a los efectos sociales y culturales del estallido social la respuesta puede ser -perfectamente- que a una parte importante del país no le importa mucho lo que los partidos políticos, éstos partidos, resuelvan en su vida interna. El que en la consulta nacional del PPD uno de cada cuatro votantes al menos fue un ciudadano independiente y que de 2 a 3 de 4 fueron militantes, es un indicador de cuánto interés pueden despertar hoy los partidos políticos y sus líderes en el actual escenario de percepción crítica de estas colectividades. Por eso, son muy importantes las señales institucionales que se brinden.

La siguiente pregunta del día después es que ahora con candidato presidencial oficialmente electo, el PPD debe encaminar su trabajo hacia la campaña municipal, de gobernadores y de constituyentes, además de la presidencial. Si bien se logró un promedio de 13,225 votantes en la consulta ciudadana del 31 de enero los resultados electorales que se obtengan el 11 de abril determinarán en mucho el destino de la colectividad: ya está establecido en general que tan solo mantener lo existente es una meta razonable en lo electoral y  gobernanza local y que ya veremos cuántos de nuestros candidatos/as logran alcanzar el cupo de constituyentes. Nuestra primera medición en la noche del 11 de abril será con nuestros aliados en el Pacto de Unidad Constituyente (PDC,PS,PR,PRO, Ciudadanos). Debiéramos ser primero o segundo o incluso terceros en resultados. Menos que eso representaría un importante problema. Por tanto, se requiere una adecuada estrategia de sinergia política en el PPD y desde el partido y con la sociedad en su conjunto. Es una tarea de grandes proporciones.

Por tanto, además de la voluntad política de quienes han triunfado en la consulta ciudadana, la frase "en el partido nadie sobra" adquiere una relevancia no menor como para dejarla en el limbo. Resolver un proyecto de unidad partidaria para enfrentar los tres escenarios: municipal, constituyentes y presidencial, requiere un esfuerzo político de magnitud. ¿Será posible en el actual estado de cosas? Se podría pero se requiere que todos los liderazgos puedan actuar con un sentido unitario. Pero ahí está la frase que "lo bueno es enemigo de lo perfecto".

Domingo Namuncura, 

Vicepresidente nacional

Editor